Educar a los hijos en la sexualidad humana desde el amor y no desde el sexo seguro
Algunos padres con hijos pre-adolescentes me escriben preocupados y pidiéndome orientaciones para como educar a los hijos en la sexualidad para el amor en el ambiente tan sexualizado en el que nos movemos y con una legislación donde la educación sexual esta orientada principalmente hacia una educación sexual que apoya firmemente por el sexo seguro en los jóvenes a partir de los 16 años
Nuestros hijos saben mucho mas de lo que tú te imaginas y seguramente hace ya bastante tiempo, porque la sexualidad es una parte muy importante del entorno.
Cuando nuestros hijos crecen, tarde o temprano llegarán a la pre-adolescencia. El paso de la infancia a la juventud debe ser desde el cariño y el apoyo de la familia y el apoyo de sus padres. En nuestras manos esta una buena parte de su futura felicidad como adultos.
La educación de la sexualidad en los jóvenes es responsabilidad principal de los padres
Debéis comprobar si vuestros hijos se sienten plenamente identificados con su identidad sexual y si ademas se sienten orgullosos de ella. (Solo en casos muy excepcionales esto no ocurre). Si al hablar con ellos notáis cierta ambigüedad y falta de seguridad, debéis dedicarles algo mas tiempo en exclusiva y a lo mejor pedir ayuda externa, pero no psiquiatriceis demasiado la pre-adolescencia de vuestros hijos, a la larga suele no ser muy beneficioso si no era necesario.
El paso de la infancia a la adolescencia es para los padres una etapa educativamente hablando muy interesante, pero dejar de perder de vista que para vuestros hijos es una edad muy convulsiva. El final de la infancia comienza hacia los 9 o 10 años, es entonces cuando iréis notando cambios en su persona y en su conducta que exigirá de vosotros mas cercanía de trato y mucha paciencia.
Padres tener presente cada día que ni vuestros hijos son tontos aunque parezca que no entienden nada y que tampoco son malas personas aunque a veces hagan tonterías o cosas incompresibles. Es importante tener presente esta perspectiva como padres, porque será parte del éxito de la formación en valores que exige la sexualidad para el amor. El demostrarles nuestro cariño y paciencia en esta etapa tan controvertida.
El inicio de esta etapa pasa por hacerles ver que el pudor y la intimidad deben ir siempre de la mano
Se necesitan el uno del otro para que su desarrollo afectivo les haga capaces de desarrollar su seguridad personal a base de hacerle entender que él y su cuerpo deben ser muy selectivos con el mundo que les rodea y el desde ahora que empieza abrirse a su alrededor. Efectos que se irán produciendo en cada uno de vuestros hijos y que por eso necesitan de vuestra comprensión como padres:
- Desestabilización física y psíquica, tienen sensaciones corporales totalmente nuevas y desconocidas para él o para ella.
- Desubicación social: No saben comportarse correctamente ni en casa, ni en el aula, ni en la calle. Les faltan habilidades sociales en todas partes.
- Desconocimiento de los códigos éticos y morales que todos conocemos en el mundo de los adultos y que ellos deben empezar a conocer y respetar.
Los padres con nuestra educación en valores y cariño podemos neutralizar todos estos efectos. Nuestro objetivo como padres debe ser ayudarles a que empiecen desde ya a tener control de si mismos y a que aprendan a dominar sus emociones y sentimientos más íntimos.
Por su buena evolución, la frase «me apetece» no debe ser su mono-palabra favorita
El pudor y la intimidad son las estructuras más invisibles que los hijos deben construir, y lo hacen visible en su forma de vestir, de hablar o de discutir. Hacer un escenario permanente con sus emociones y sentimientos es perjudicial para toda la familia pero principalmente para ellos.
En esta etapa creen que su cuerpo es como un escaparate que les aísla o integra en su familia o en el grupo de sus amigos. El peligro está en que no ponga precio a sentirse queridos e integrados por el resto de amigos o compañeros. Sentirse «lider» o «popu» en muchos de los casos, es poniendo a precio de saldo su pudor y su intimidad.
A los padres nos corresponde hacerles valorar su sexualidad no solo a través de su cuerpo, sino a través de la persona que tienen dentro de su propio cuerpo.
Objetivo de los padres: que tus hijos comprendan que es una persona sexuada
y NO un cuerpo al servicio de su sexo.
Les cuesta entenderlo, porque su cuerpo en esta edad, les invita permanentemente a observarlo. Pero necesitan saber y entender que no solo tienen que empezar a prepararse para su acoplamiento sexual siendo conscientes de su ya incipiente fertilidad. También es importante que al mismo tiempo tiendan a madurar en su otra parte invisible que es su madurez personal. Esto es necesario para poder entender la sexualidad hacia el amor y lo que significa la entrega que conlleva una sexualidad humana responsable y positiva.
La educación dirigida hacia la sexualidad para el amor y no para el sexo seguro, nos exige como padres ser ejemplo y testimonio en vuestra vida familiar. Los padres debemos tener valores y criterios claros y comunes y mostrarlos con nuestro testimonio en el día a día. Normalmente nuestros hijos a esta edad pueden empezar a mentir con cierta frecuencia. Con ello tenemos que contar, a pesar de que sus padres no quieren que mientan.
Imaginaos el efecto demoledor que en ellos puede producir que sus padres les mientan en lo relacionado con la sexualidad. No lo perdonan y dejan de responder a la autoridad que tenemos nosotros como padres.
Mentimos a nuestros hijos cuando se descubre una infidelidad manifiesta y publica por parte de uno de los dos padres.
Mentimos a nuestros hijos, cuando les decimos que fueron fruto de un error y no del amor, aunque sea cierto. Porque la vida de un hijo sobrevuela los errores.
Mentimos a nuestros hijos si les decimos que la píldora del día de después es mala para ellas pero no para su madre.
Mentimos a nuestros hijos cuando les decimos que los hijos son fruto de nuestro amor. Y en realidad vivís discutiendo delante de ellos y no notan que os queréis.
La educación en la sexualidad para el amor debe ser personalizada e individualizada. Es extremadamente indelicado hablar de sus dudas o certezas en relación con el sexo, delante de sus otros hermanos, amigos o familiares. Para hablar de cuestiones intimas con los hijos, os enumero algunas sugerencias:
- Padres e hijos para hablar de la sexualidad para el amor lo que mas se necesita es INTIMIDAD. la sexualidad no debe ser explicada como «un café para todos»
- Los padres deben enseñarles a sus hijos a que sepan distinguir entre «lo legal y lo moral» en relación con la sexualidad.
- Enseñarles a saber decir NO, cuando se sientan forzados o incómodos en una situación no deseada ni buscada por ellos.
- Enseñarles a saber elegir no solo entre lo que está bien o lo que esta mal, que es relativamente fácil. Sino a que aprendan también a elegir entre lo «lo menos bueno» frente a «lo menos malo» , que solo puede alcanzarse fruto de la auto-reflexión.
- Acostumbrarles a que al hablar con sus padres, sus diálogos no se basen en lo que les apetece sin más argumentos. Sino que hablen desde los verbos: pensar, elegir, gustar y desear.
El que nuestros hijos se sientan queridos y respaldados por amor de sus padres, es lo que les hará capaces posteriormente de saber elegir y poder dar cariño a una segunda persona.
Si tus hijos no son capaces de tener auto-control hacia lo bueno y hacia lo malo, hacia lo que quieren y hacia lo que deben, no les va a ser posible alcanzar el autodominio personal y la madurez afectiva necesaria para poder amar plenamente a través de la sexualidad
En resumen:
Mas vale adelantarse 5 días para hablar del amor con nuestros hijos que llegar 5 días tarde para hablar de la sexualidad para el amor. No lleguéis los últimos como padres, para hablar de la sexualidad a vuestros hijos
Truco para hablar con ellos:
Invierte el doble de tiempo en preguntarles y escucharles mas que en hablar y aconsejar
Solo preguntando y escuchando sabrás mucho más y mejor lo que ellos saben o no saben, y así evitaras monólogos eternos y sabrás atinar más en saber lo que realmente necesita cada hijo de ti en su educación en la sexualidad humana.
Saber enseñar la sexualidad humana en positivo a nuestros hijos, es enseñarles a apreciar más lo invisible que lo visible de su persona
Disculpar la longitud de este post, pero me ha sido imposible hablar en profundidad sobre la educación en la sexualidad humana dedicada a los padres sin caer en la extensión.
Muchas gracias.
Si este post te ha parecido interesante, te invito a leer los anteriores:
¿Por qué llamar género a lo que deberíamos llamar identidad sexual? I/III
¿Por qué llamar amor a lo que deberíamos llamar sexo? (II/III)
Creo que es muy importante hablar de sexo con nuestros hijos y a ser posible, establecer lazos de confianza que hagan de ti, sino la principal, una de sus fuentes más fiables de información en este tema.
Y por supuesto el mensaje debe ser adecuado a la edad y circunstancias pero nunca falso o hipócrita.
Sobre el amor, más que hablar pienso que hay que mostrar, me viene a la mente la frase «me importa lo que haces, no lo que dices»
La mejor enseñanza es sentir el amor de tus progenitores y darte cuenta que ello hace posible esa familia que tanto te apoya. La tendencia humana es copiar el modelo.
Gracias Sara por educarnos a nosotros
Un saludo