No existe un «instinto materno o paterno», sino un «instinto» de supervivencia común a hombres y mujeres.
En ciertas tribus africanas, en las que los padres han perdido a sus esposas, la madre de sus hijos, los padres cuidaron de los bebés, al igual que en otras también existen madres sustitutas que amamantan a los bebés de aquellas madres fallecidas.
El embarazo es cosa de 3, NOSOTROS y nuestro HIJO
No hay un gen específico para el instinto paternal, sino que es algo que nace a partir de una decisión tomada desde la libertad y que crece con el compromiso, la responsabilidad, la rutina, la cotidianidad y el contacto permanente con el futuro nuevo hijo y la pareja entre sí.
Con el nacimiento de un hijo, en algunos casos se detectan a nivel intra-familiar conflictos matrimoniales porque algunas madres no permiten al padre de su hijo implicarse más de cerca en las necesidades cotidianas del bebe o de otros de sus hijos.
“Ante esta actitud que les descarta a los padres varones, unos se dejan apartar…, pero otros muchos no”.
Cada vez son más los que teniendo la necesidad de no ser y estar como padres “ausentes”, y como se sienten capacitados para implicarse en la tarea de criar a sus hijos, siguen intentando conseguir el poder compartir la crianza y la buena convivencia en el hogar junto a la madre de sus hijos.
“Cuando un embarazo está en curso, de otra manera, los hombres también se embarazan psicológica y psíquicamente del futuro hijo”
Cuando un hombre es consciente de que va a ser padre, también su cuerpo y su mente como el de la mujer embarazada responde con cambios en sus niveles hormonales. Investigaciones en el terreno de la psico-biología han demostrado que en los hombres se produce un descenso de la testosterona, hormona que se produce en los testículos, y también se produce un aumento de las prolactinas, hormona generada en las glándulas pituitarias, una vez que ha nacido el bebe, el contacto de piel con piel de padre e hijo le eleva al padre los niveles de la hormona de la oxitocina, hasta niveles similares a los de la madre.
El hombre que espera un hijo también se prepara para desarrollar su instinto paternal y a vivirlo intensamente como la madre. «El instinto paternal» es la mayor demostración de que durante la espera de un hijo el padre está también hiper-conectado con el embarazo.
¿Cómo funciona el «instinto maternal/paternal»?
El “instinto maternal” es la responsabilidad, el compromiso y la crianza de los hijos, en cada mujer desde el comienzo de su crianza intrauterina, pero se ha demostrado que no esta ligado a su sexo ni es exclusivo de la madre.
Algunas madres ven que hay que motivar a los padres a que les acompañen en esta etapa tan emocional y afectiva para los dos, porque muchos de ellos suelen tener una especie de “pudor mal entendido” en todo lo relacionado con el futuro embarazo.
El “instinto” maternal o paternal no se hereda es potencial, se desarrolla y se potencia a partir de la consciencia de querer tener familia y de ser padres.
A muchos hombres les falta escuela en relación con el trato a su mujer y al futuro bebe ya que los hombres antes no seguían tan de cerca los embarazos y en cierta manera tenían una parte emocional inconscientemente reprimida que años antes les permitía ser así un padre “políticamente correcto”, mientras hoy ya sería una gran ausencia “políticamente incorrecta”.
“Hoy padre y madre hacen equipo delegando ella y compartiendo con él, un futuro en común ya para siempre”
Partamos de una base también nueva:
Los padres y madres primerizos, son dos becarios aprendiendo a vivir con un tercero entre ellos y el «instinto» se les va a ir desarrollando a cada uno según tenga más o menos desarrolladas desde su infancia su propia afectividad.
Pero en este punto podemos pensar qué es lo que pasa con los padres adoptivos, ¿Acaso tienen menos “instinto paternal”?, «Fuimos elegidos como padres de nuestro hijo«, Blog Sophya, abril 2017.
¿Sabemos entender en su totalidad lo que significa el término “paternidad global”?:
La responsabilidad de ser padres debería ser siempre compartida por ambos ya sea un hijo buscado o no buscado. Padre y madre, están unidos por un objetivo común, navegar en el mismo barco y con idéntico rumbo y solo siendo así podremos hablar del término “parentalidad” que engloba la maternidad y la paternidad por igual.
El padre debe ponerse manos a la obra antes del nacimiento de su bebé porque durante el embarazo, la madre necesita del padre todo el apoyo, psicológico y de cualquier otro orden. Si la pareja está consolidada y la madre recibe toda esta específica estabilidad necesaria durante esos nueve meses, incluso la depresión posparto será mucho menor.
Durante siglos, el instinto que con más fuerza movía al hombre y a la mujer a la hora de tener hijos era, simplemente, el de perpetuarse. La evolución de la familia, la formación de sus miembros y las leyes civiles a lo largo de cientos de siglos han ido mejorando y ampliando la mentalidad de perpetuarse hasta ampliarse y alcanzar su nivel “de máximos” actualmente con la paternidad global.
¿Sabrías la trascendencia que tiene en la familia en general, la figura de un padre y de una madre presentes?
El padre representa ante todos sus hijos la condición masculina, al igual que la madre representa la condición femenina:
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- Para los hijos varones su padre es el modelo a seguir.
- Para las hijas, es el punto inicial de su orientación heterosexual.
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Pero los padres ausentes o muy tímidos y débiles, y las madres sobre-protectoras en exceso o dominantes pueden constituir para cualquier hijo la base de actitudes adultas más ambiguas o inseguras de lo habitual sobre todo a partir de la etapa adolescente.
Conclusiones:
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- La ternura, el afecto y el cuidado de los hijos no es cuestión de un gen especifico, sino de las buenas actitudes de hombres y mujeres preparados para ser padres de manera integral y consciente.
- El “instinto” es cosa de personas no solo de mujeres, ha renacido un nuevo tipo de padre que, sin dimitir su masculinidad, es capaz de asumir la paternidad en el más amplio sentido de la palabra.
- La madre no está sola en el embarazo por lo tanto no tiene todos los derechos psico-biólogicos sobre el bebé, porque el padre también suma emocionalidad y afectos desde su más puro “instinto” paternal, que es el mismo que está desarrollando la madre desde que es consciente de la espera.
- Los padres y madres que no consiguen tener hijos aunque lo deseen también sufren desde su “instinto” maternal/paternal.
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