Nuestro comportamiento como padres nos define como personas.
En este post de hoy tenemos la suerte de que participe y me ayude a editarlo una gran persona, un muy buen padre y un gran profesional del deporte todo ello a partes iguales, se llama Juan Carlos Luque y es un honor presentároslo a través de sus formativas palabras:
Jugué muchos años al futbol, sigo vinculado al deporte profesional, soy profesor de Coaching en la RFEF, pero ante todo, soy PADRE de niños que hacen continuamente deporte y aún no me explico cómo pueden suceder estos hechos tan lamentables que están ocurriendo hoy en día, sobre todo al tratarse del binomio niños-deporte. Hasta ciertas edades, el deporte es un juego y como tal, está para divertirse y esta debe ser nuestra obligación de nosotros, los PADRES, que nuestros hijos se diviertan, conozcan a más amiguitos y que el deporte les sirva como elemento motivador para cumplir con sus actividades académicas. Los padres, si les acompañamos al partido de la semana, solo debemos:
y... cuando termine el partido, hayan perdido o ganado, hacerle tres preguntas: ¿Has disfrutado en el partido? No falla el método, el niño a partir de ahí, saca lo mejor que lleva dentro y os hará un análisis espectacular del partido, de sus compañeros y de el mismo (os sorprenderéis). Y de ahí, para casa o a merendar como premio a su esfuerzo, a su generosidad en el campo, a su simpatía con los compañeros y rivales y a su buena educación dentro y fuera del campo. Los niños se avergüenzan de estos comportamientos entre padres (este comportamiento, les puede hacer incluso que abandonen la práctica deportiva) y es por ellos y si tanto les queremos, por los que debemos modificar nuestra conducta, cambiar nuestra actitud, pensar en cómo les gustaría que nos comportásemos en un campo (que también hay que preguntárselo) y sobre todo, que tengan la percepción de que “solo” somos sus padres, que estamos para apoyarles en todo cuanto necesiten y que nuestra prioridad no es el resultado, sino su felicidad.
La decisión es nuestra, depende de nosotros HOY, lo que nuestros hijos sean MAÑANA. Juan Carlos Luque. Padre y Coach |