Nuestra FAMILIA-nuestro trabajo-nuestro colegio-nuestro HIJO (I/III)

Durante los primeros 15 años, son más importantes las responsabilidades de los padres que las del colegio.

Nuestra FAMILIA-nuestro trabajo-nuestro colegio-nuestro HIJO (I/III)

Durante los primeros 15 años, son más importantes las responsabilidades de los padres que las del colegio.

Conseguir mantener nuestra familia unida de manera estable y conciliadora y al mismo tiempo conservar nuestro trabajo y llegar a atender los estudios de nuestros hijos, supone un tiempo de dedicación de al menos 15 años por hijo ya que esos años son el tiempo necesario para la  instrucción y educación escolar básica antes de entrar en la Universidad de todos los alumnos.

Está claro que aunque  no es un asunto para toda la vida, y como tal habrá que tomárselo, sin embargo es un asunto que va a condicionar de por vida el futuro de cada uno de nuestros hijos, por lo tanto nosotros como padres hemos de asumirlo durante este tiempo al  menos tan en serio como si fuera parte de nuestro trabajo profesional.

La gran razón efectiva para entender mas y mejor nuestra dedicación es entender este tiempo como una parte de nuestra paternidad responsable, con todos y cada uno de nuestros hijos nacidos.

Durante los primeros 15 años, son más importantes las responsabilidades de los padres que las del colegio.

Esta responsabilidad no debemos delegarla, ni todo ni parte en el centro escolar, sus tutores y/o profesores, sino es primeramente de nosotros los padres.

Cuando uno tiene hijos no esta para dedicarse  a ganar mucho dinero y así  poder pagar su colegio y otras cosas. Durante estos 15 años, son más importantes las responsabilidades  de los  padres que las del colegio.

El colegio y su profesorado son un complemento NO un suplemento de la familia

Pero cuando no hay armonía y  conciliación entre los padres y el colegio «le hacemos un flaco favor a nuestro hijo» por mucho dinero que ganemos para pagar su colegio. 

Cada hijo nos ha de suponer un desgaste económico e intelectual a la medida de sus posibilidades. Ningún hijo es comparable a otro y ningún hijo es, ni siquiera igualable a otro,

Aunque la mensualidad del colegio y coste  del uniforme de cada hijo sea el mismo o con un coste parecido,  las diferencias en las conductas y/o el rendimiento entre unos y otros hijos,  hace que nos  cueste mucho entender esta sencilla realidad :

En educación aunque haya costes iguales, los hijos son muy muy diferentes

1.  De 1 a 10, ¿Que significa para tu familia, el colegio de nuestros hijos?

2.   ¿En que medida participamos activamente como padre y como madre, del  ideario del centro escolar, además de ir a las tutorías juntos cuando corresponde o me llamen?

3.  ¿Tu agenda personal/trabajo tiene un mínimo de tiempo diario dedicado a la  educación-instrucción de tu hijo o te escudas en pensar que ya lo harás en el fin de semana, ya que entre semana llegas muy cansado y demasiado tarde a casa?

4.  ¿En casos de una imprevista interferencia escolar en tu espacio profesional, eres capaz de delegar lo importante por una urgente necesidad surgida en cualquiera de tus  hijos?

5.  ¿Ante un problema escolar o educativo de tu hijo en el centro escolar al que asiste, justificas siempre a tu hijo y tu familia y hasta puedes llegar a intentar tratar  al profesor como a un» mal empleado que no cumple…»?

6. ¿Tenéis claro que tanto el padre como la madre,  durante esta etapa de al menos 15 años (si queréis conseguir conciliar trabajo, familia y colegio) vais a tener probablemente que renunciar a algo personal y/o profesional por el bien familiar en su conjunto  y por el bien individual de cada uno de vuestros hijos?

7.  ¿Tenéis claro también que no es el padre ni la madre, los que están estudiando ni primaria ni secundaria sino vuestro hijo y que entonces no se trata de que vosotros le resolváis o les persigáis eternamente para que cumplan con sus responsabilidades escolares, ya que vuestra responsabilidad académica acaba con ponerle los medios materiales y personales necesarios para que adquieran por si mismos el hábito del estudio y del esfuerzo personal?

Los padres han de favorecer un entorno y unos medios suficientes para que sus hijos lleguen a  ser unos buenos hijos-alumnos-futuros trabajadores y  respetuosos con la sociedad

Si no lo favorecéis desde que son pequeños, os encontrareis con el paso de los años que como padres os podéis convertir, en el curso escolar y ante los malos resultados en la actitud o el  bajo rendimiento escolar  de vuestros hijos en, Madre-espía /Padre-colega o viceversa, con turno de tarde y/o  fin de semana.

Cada hijo será el resultado en gran medida, de vuestra dedicación personal. 

La  dedicación mínimamente efectiva y afectiva con los hijos durante el curso escolar supone una garantía para poder conseguir que tus hijos sean aptos hoy para la escuela y mañana para la universidad, la empresa y la sociedad.

Es relativamente importante el tiempo que dediquéis solo a trabajar y ganar dinero, pero lo verdaderamente importante es conseguir en estos 15 años de dedicación personal con cada hijo es que  llegue como persona a alcanzar una  sana  aptitud ante la vida gracias no solo a la instrucción en su colegio sino también la educación recibida en su familia.

Para ello, caminar juntos familia y colegio es básico.

Adquirir el equilibrio entre educación e instrucción, no se compra ni se vende a ningún precio, se adquiere en la familia

 
Si este contenido te ha parecido interesante, te invito a leer los siguientes post:
Como conciliar el trabajo y el ocio con tu familia (II/III)
Conciliación hombre y mujer, una filosofía de vida (III/III)
 

Comments ( 9 )

  • maria jesús

    Tus comentarios son muy ciertos y bastante difíciles de llevar a cabo: por las prisas, la falta de paciencia, dedicación, etc. De cualquier forma es bueno, por lo menos, tenerlo claro.

    • SARA-Sophya

      Es verdad que mirar cada espacio de nuestra vida con detalle puede parecer mas complicado que si vemos las cosas superficialmente sin ahondar en las posibles consecuencias. La felicidad y la educación nadie nos ha convencido todavía de que es una tarea fácil de conseguir. Si como tu dices Mª Jesús caemos en la cuenta de que hay que tener ciertas cosas presentes seguro que nuestra perspectiva de la vida va a ser muy distinta que la de las personas que tienen los hijos y lo mantienes solo a base de dinero y no de valores personales y esfuerzos familiares. Sara

  • Gerardo Herrero Illera

    Son unos años o»»» etapa larga de nuestra vida en la que la familia lo es»»» de manera primordial, el darse a los hijos, el compartir con otras familias similares o no.
    El desgaste es grande y las ayudas bienvenidas: colegio, barrio, abuelos y mayores, asociaciones, parroquia, internet, escuelas, blogs…
    PRIMA LA CALIDAD, PERO EN CANTIDAD, tener hijos es un privilegio y familia numerosa un lujo. ¿La familia es el centro del mundo?

    • SARA-Sophya

      Estimado Gerardo, efectivamente mas que el centro del mundo que esta a muchos kilómetros de la superficie terrestre es EL MOTOR DE LA HISTORIA DEL HOMBRE.
      UN SALUDO Y GRACIAS POR PARTICIPAR EN ESTE DEBATE.SARA

  • Begoña

    Gracias Sara por el artículo y los demás que me mandas.
    Estoy de acuerdo con lo que dices pero cuando tienes varios niños, al menos a nosotros, nos está siendo difícil compaginar el binomio «tiempo con los peques/no llegamos a fin de mes: necesitamos ganar más» y ganar más hoy en día, con los sueldos congelados, es imposible sin trabajar más, lo que implica estar menos en casa. Llegar a un equilibrio me parece complicado y cada vez más. Supongo que con tu gran familia y tu experiencia lo habrás vivido en muchas épocas…

    • SARA-Sophya

      Querida Begoña, que alegría que te hayas animado a participar en el blog.
      Las cosas están muy mal y yo ya he pasado por otras épocas, sin el euro, que también han estado muy mal.
      Solo se sale adelante sabiendo priorizar y con austeridad. Porque de todo se sale pero como digo en el post a sabiendas que cuando te importa la familia tienes que renunciar a poco o mucho pero renunciar siempre. Lo que pasa que suelen compensar las renuncias si no es a corto es a largo plazo.
      ¿Por qué no publicas tu comentario, para que lo lean mas personas que estén pasando por lo mismo que tu o lo piensen y yo añado la respuesta que te doy.
      Hacemos lo que tu quieras pero podemos ser útiles con nuestros temas a mucha gente que se pasea por el blog. Sara

      • Begoña

        Gracias Sara por tu sugerencia coincide con lo que nos dice un amigo nuestro muy gracioso:
        Austeridad y «economía de guerra»
        Begoña

  • Teresa

    Sobre tu comentario de la pregunta 7:`’no se trata de que vosotros le resolváis o les persigáis eternamente para que cumplan con sus responsabilidades escolares, ya que vuestra responsabilidad académica acaba con ponerle los medios materiales y personales necesarios para que adquieran por si mismos el hábito del estudio y del esfuerzo personal?’
    Me pregunto, si no me hubiera implicado hasta los huesos convirtiéndome en madre-espía, mi hija de 12 años, hubiera repetido a los 10 y a los 11. No veo otra forma si es totalmente inmadura, irresponsable e inconsciente de que su actitud ahora puede pesarle mucho en el futuro. Yo creo que cada hijo tiene un momento de despegue y si no ha llegado aún y la dejo a su libre albedrío, si no me implico y el colegio no ayuda, ¿qué otra cosa puedo hacer?.
    Cuando éramos pequeños, casi todo descansaba en el colegio. Ahora los colegios nos piden un grado de implicación muy alto a los padres. De nosotros depende que estos niños que se salen de la media, despeguén o se estrellen contra el suelo.

    • SARA-Sophya

      Querida Teresa, tu comentario es real como la vida misma en una familia con hijos, sonde se sabe que con toda probabilidad 1 de cada 3 hijos es conflictivo. Asumido esta incidencia que tengas un hijo al que hay que prestarle mas atención es lógico, normal y deseable para la paz familiar.
      Lo que pasa que los padres siendo los principales educadores de nuestros hijos,, podemos llegar a convertirnos en los peores educadores por un cariño mal entendido que sucede casi siempre precisamente con los hijos mas conflictivos.
      Hay una linea invisible y difícil de intuir que fluye entre la protección al que mas lo necesita y la sobre-protección por encima de lo que necesita nuestro hijo.
      Se puede muy fácilmente entrar «en bucle» en el sentido de que cuando un hijo da problemas y necesita mas atención, le atendemos mas que a los demás. Al sentirse atendido mas que los demás el hijo baja la guardia de su implicación personal y espera a que sea papa o mama los que le sobre-atiendan y los que sigan resolviendo sus problemas, y así hasta el infinito.
      Hay un punto de atención que puede provocar el no retorno. ese punto es el que hay que evitar a toda costa con varias cosas:
      Observación paciente de la evolución de nuestro hijo.
      Colaboración activa y con seguimiento a corto plazo de la mano del tutor preceptor.
      Comunicación permanente siempre en positivo aun cuando parezca que no sirve de nada nuestra labor educativa.
      En definitiva esto es como el dicho:
      CON LOS HIJOS DEBEMOS ACTUAR COMO LA GUARDIA CIVIL: Paso corto, mirada larga.
      Muchos saludos.
      SARA

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