Barbie

Barbie: una interpretación humana

BarbieQueridos amigos, en “El Mundo de Sophya” tenemos la suerte de contar con un gran artículo de reflexión sobre la Película Barbie (2023).

Barbie ha sido una película con muchos detractores y también muchos seguidores que por muy diferentes motivos desde su estreno ha provocado que una comedia fantástica, haya servido de “plan de chicas” para ir al cine madres con hijas e hijos.

Algo de bueno tendrá esta película que ha recibido 8 nominaciones a los Oscar 2024
Si algo nos mueve en el Gabinete Sophya es cuestionarnos todo lo políticamente establecido para procurar tener una visión crítica de lo que ocurre en el mundo.
Así que Noemí Merchan Yuste, que forma parte del equipo del Gabinete como Coach de crecimiento personal y transicional ha hecho un muy buen análisis de la película, que merece la pena leer y que nos invita a reflexionar sobre “ las cosas de la vida”, mucho más allá de lo que vemos en la pantalla.

Barbie: una interpretación humana

¿Alguna vez habéis pensado en la muerte? pregunta a la que se vuelve cuando maduramos. La toma de conciencia de que podemos morir, nos hace humanos, y conscientes de estar vivos, y es lo que le enfrenta a Barbie a la realidad del avance de su cuerpo hacia la celulitis: a la vulnerabilidad.

A Barbie le sienta bien la vuelta a la vida. Renacer de la frivolidad y evolucionar a la normalidad pasa por el proceso de convertirse en persona. El gran dilema frente al síndrome de Peter Pan, que en versión moderna encarna Barbie. Que venga esta filmografía con su guion a recordárnoslo, ¿no deja de ser una figura genial? Si el cine nos presenta la cara amable o descarnada de la realidad o la huida de la misma, la película hace un mix de ambos aspectos y deja al espectador la libertad de elegir. Eso sí que es genial.

«Los humanos se inventan cosas como el patriarcado o Barbie para superar lo incómodo que es ser humano».

En el fondo queremos recuperar la propia identidad, que se libera cuando tienes un nombre.

La transición de Barbie y Ken.

Una chica en bañador ha acabado siendo mucho más. Pasar de ser una Barbie más sin apellido a otra con su identidad, pasar de una Barbie estereotípica o Barbie rara a alguien que puede encontrar el amor, elegir si quieres engendrar una vida y reconocer que puedes morir es lo más parecido a la liberación de la mujer desde el encuentro con ella misma.  Siente ser ella misma cuando le duelen los pies, recupera el mal aliento, agua fría, el gofre quemado y la propia caída. Se encuentra “defectuosa” como Barbie estereotípica porque empieza a pensar en la muerte y el amor. Se abre la brecha y empieza a sentir los cambios en su cuerpo: celulitis, tristeza emocional. Sentir vergüenza. 

Y es que esta muñeca es algo más que lo que se ve. “Barbie lo cambió todo y luego volvió a cambiarlo”. Como Barbie podía ser lo que quisiera, las niñas pensaron que ellas también podrían, que todos los problemas de feminismo e igualdad de derechos se habían solucionado. No tenían que esforzarse, solo usar la imaginación. ¡En el mundo de Barbie, imperan las mujeres! Las reglas cambiaron para volver a cambiarlo todo.

La Vulnerabilidad:

Cuando llega al mundo real comienzan los problemas: “Me siento mirada con bastante trasfondo de violencia”, ¿hay algo mejor para definir “intimidada”?, mientras que Ken se siente admirado y no observado. Y dice “Aquí todo es como al revés”. Y aprende los signos de los hombres. Barbie por su parte se reconoce en sus emociones, admira la belleza de una anciana, que es ella misma de mayor (Bárbara hija de Ruth Handler, la pionera empresaria que creó la muñeca en homenaje a su hija.)

Escuchará de una mujer que Barbie representa todo lo malo de nuestra cultura: capitalismo, sensualidad, ideales físicos irreales, el movimiento feminista, cargarse la autoestima de las niñas, el medioambiente, fascista, – pero ella responde que no controla el flujo del mercado…!!- que el patriarcado es cuando los hombres y caballos manejan el cotarro.

Ken ya no vale ni de playero, pero reflexiona sobre su ser y recupera su sentido en el mundo real: Aquí solo soy un tío. Todo existe para agrandar y elevar la presencia del hombre. Allí era alguien y le respetaban por quien era. ¡Hasta me preguntaron la hora! Descubre que ya no necesita que Barbie le mire para sentirse él mismo.

Lo más propio del ser humano es la fragilidad:

Barbie deprimida al ver que la vida es un cambio constante. Me he venido literalmente abajo, no valgo para nada… Entra en crisis existencial. Menos mal que llega una madre salvadora que le dice: “Me revienta que no sepas lo que vales”. Tenemos que ser extraordinarias pero lo hacemos mal porque nos equivocamos en nuestra valoración. La madre salvadora hace un alegato de la mujer en el mundo real. Y tranquiliza oír cómo se rebela ante las exigencias del sistema:

Tienes que estar delgada, pero no demasiado y decir que quieres estar sana; tienes que tener dinero pero no pedirlo; ser jefa pero no mala, liderar pero no machacar las ideas del otro; ser madre pero no hablar todo el día de tus hijos; ser profesional y cuidar de otros; responder del mal comportamiento de los hombres, y si dices algo te echan en cara que te quejas; estar guapa para los hombres pero no demasiado como para tentarlos y ser amenaza para otras mujeres, porque debes ser parte de la hermandad; destacar pero has de estar siempre agradecida, sabiendo que el sistema está amañado; no puedes envejecer….ni ser maleducada, ni fanfarrona, ni egoísta, ni salirte de lo establecido, es demasiado difícil y nadie te da una medalla, ni te da las gracias y además todo es culpa tuya. Estoy cansada de verme y ver a otra mujer hacer lo imposible para gustar a la gente. Si eso también es asi para una muñeca que representa a una mujer, apaga y vámonos.(*)  Minutos 1.15.50

Cuando Barbie despierta a la realidad, entonces sí recupera la fuerza y se dice: Hemos restaurado los cerebros y autonomías de todas las Barbies. ¿Qué tal una Barbie normal? Madre y presidenta o solo madre o nada. Nadie se parece a Barbie salvo solo Barbie. Solo una Barbie normal puede ayudar a otros a recuperar su identidad e individualidad. Es bonito ver cómo se rescata de la exclusión a la modelo de Barbie embarazada en la realidad de la mujer y su maternidad. Incluso Barbie salva a Ken que no sabe quién es sin ella: “A lo mejor es el momento de descubrir quien es Ken, tu no eres tu novia, ni tu casa….a lo mejor todas las cosas que te definían no son las que te definen”

Hombre y mujer juntos sí pueden vivir en el mundo real: donde se necesitan el uno al otro para recuperar su esencia. Barbie se arrepiente de haberle ninguneado. Solo nos peleábamos porque no sabíamos quienes éramos.

Ya rotos todos los estereotipos del feminismo y el patriarcado, el ser humano vuelve a su ser y puede convivir.

¡Menuda lección Greta Celeste Gerwig!

 

Noemí Merchán Yuste

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