Las TIC han revolucionado el mundo del trabajo y el ocio, así como nuestras relaciones personales y familiares. Antes nos parecía que quedaba muy claro el tiempo que dedicábamos a la familia por un lado, al trabajo por otro y al ocio, también por otro.
Los tiempos han cambiado y ahora todos estos campos se intercambian y se solapan muy fácilmente, de tal manera que se nos hace difícil distinguir cuando uno está en familia comiendo o descansando si al mismo tiempo está atendiendo los temas de trabajo que entran y atiendes al oír el sonido que emite tu telefóno.
El saber quien o que quieren de ti, en determinados momentos, puede interrumpir una agradable comida familiar, una simple conversación o un momento de solemne silencio para la auto-reflexión.
También nos puede llegar a ser difícil distinguir bien el tiempo dedicado al ocio, si al tiempo estas también pendiente en tu móvil o en tu PC de uno o varios chats de manera intermitente. Los chats no solo reducen el rendimiento y la concentración a nivel profesional o personal sino que también influye en gran manera en la calidad de vida en la convivencia familiar.
El ocio ahora tiene tantas caras, que hacen que nuestra conciliación de la vida personal, familiar y profesional se convierta en un poliedro inestable que hace que a cualquier persona le resulte difícil mantener equilibrada su conciliación entre todas sus posibles caras y a la vez mantener la estabilidad emocional necesaria para disfrutar con los tuyos de tu tiempo libre. Un partido de fútbol puedes jugarlo, acompañar a tus hijos a que lo practiquen y disfrutar con ello o verlo en la televisión con amigos o por la radio o Internet en solitario.
Hoy ya no es fácil desvincularse de las TIC al 100% ni siquiera en nuestro tiempo dedicado al ocio; eso tiene sus ventajas y algún que otro inconveniente como por ejemplo, la casi imposibilidad de poder desconectar totalmente para relajarte y para estar al 100% con los tuyos.
Al mismo tiempo la sociedad del bienestar y el confort nos ha abierto un gran abanico de posibilidades que sólo nos ofrecen alternativas para nuestro tiempo de ocio en un producto de lujo, para poder aprovechar «grandes ofertas de ocio». No todos los hobbys, viajes, tiempo para la salud y la belleza, teatro, cine y los deportes deben ser siempre asumibles para poder ser feliz y descansar.
En tiempos de crisis y hoy más que nunca, debemos dejar que refluyan en nuestras vidas ideas de ocio creativas austeras y de esfuerzo y no solo actividades virtuales o materiales y que requieran para descansar un coste más económico que personal.
«No es más rico y feliz el que más tiene y consume sino el que menos necesita para disfrutar»
El gran filosofo y amigo personal, Jaime Nubiola junto a María Rosa Espot, acaban de publicar un libro interesante sobre el ocio y la familia, muy asequible para entender los valores de hoy acerca de «Las otras maneras de poder divertirse» con el titulo: » Aprender a divertirse»( Ed. Eunsa)
Divertirse por divertirse es tontería y para ello lo mejor es saber lo que si quieres y lo que esperas de la diversión y lo que no es aconsejable y no quieres aunque también hoy se llame diversión.
Te invito a leer otros post relacionados con este tema:
Nuestra FAMILIA-nuestro trabajo-nuestro colegio-nuestro HIJO (I/III)
Conciliación hombre y mujer, una filosofía de vida (III/III)
La tecnología mejora las comunicaciones entre la sociedad y permite evitar los graves problemas del pasado. El precio a pagar puede ser enorme dependiendo de nuestro grado de compromiso (trabajo) o adicción (ocio), el tiempo que decidamos darle. La intimidad se valora cada vez menos. El narcisismo florece y se alimenta con las redes sociales.
Evitemos esto pensando no solo en mi hijo sino en el daño que causará a otros niños al comprarle cualquier «capricho tecnológico» para que presuma ante sus amiguitos, y al tiempo que perderá jugando con un «trasto» en vez de hablar con su mami del día, la profe o del sueño bonito de anoche…
Mi marido es mas feliz desde que se fué de una puñetera multinacional al defender a sus subordinados de un despido masivo e improcedente. Bajo amenazas retiró la denuncia de magistratura de trabajo. Mi marido era «extremadamente tecnológico» y solo entrada la noche dejaba de trabajar.
Ahora lleva a los niños al cole, juega y se tira por el césped. Se los lleva a todas partes. Es otro. Solo siente ver como ha desperdiciado los primeros años de vida de sus hijos y ahora intenta recuperarlos, pero no es lo mismo.
Dí NO a la optimización, la reducción de costes a costa de reducciones de plantilla o beneficios sociales y no votes a la izquierda buscando justicia social. NI UNOS NI OTROS tienen decencia. A unos les crían los hijos y a otros les repugna.
Se busca un político que SÍ represente a la familia MODERNA ( la que sufre la subida de impuestos, la que sufre la imposibilidad de mejorar la calidad del tiempo que dedicas a tus hijos porque necesitas a una extranjera que te los cuide y llegas a casa cuando están ya dormidos, pues en el trabajo no se permite perder a un cliente.
Una amiga extresada dejó su trabajo de ejecutiva agresiva y compró un terreno en un pueblo y se ha vuelto ganadera con sus tierras de cultivo. Ella era soltera pero se ha buscado pareja y ahora piensa en tener niños. La calma le ha activado sus ganas de amar. Otra conocida toma «drogas» para estar a tono con el amigo, el amante, su jefe.Su su esposo hace igual con sus respectivas. No tienen hijos.
Sigo pensando que mientras exista cadenas basura que nos inunden de anuncios basura, políticos basura, empresas basura y personas basura no despertaremos A LA VERDADERA VIDA.
Querida seguidora del blog, muchas gracia por tus testimonios tanto relatados en primera persona como en tercera. Yo creo que la política sin valores no vale para nada.
Yo creo en la persona comprometida con unos valores no con unas circunstancias deseables o indeseables porque una vez cambiada la situación la persona puede volver sobre sus propios errores. No creo en las conversiones milagrosas sino en una filosofía de por vida con actitudes que comportan determinadas aptitudes.
En estos momentos debemos buscar la verdad de los valores imperantes para ser diferentes a lo que hay y no nos importe serlo ni como persona ni como familia. Sara
Tengo entendido que se va a inaugurar una escuela de padres ¡estupendo! bienvenida la idea, aunque tarden un poco en llegar los resultados, los alumnos y sus hijos son personas.
De cualquier forma la educación se imparte desde los dos añitos, con paciencia, constancia y mucho amor y se adquiere poco a poco por ósmosis. Imposible esperar a la adolescencia que es cuando se pone en juego real , lo que se ha enseñado y aprendido.Ese almuerzo, tertulias, contar cosas que alguien no sepa, escuchar, enfadarse un poco con alguien, ese ocio deseado, que el ambiente externo quiere invadir, me refiero a los móviles y demás cuyo fin es desestabilizar la paz. Hay que evitar la violencia de la indicación para no usarlos, pues una llamada esporádica puede ser una coyuntura feliz para todos.
No al bombardeo autorizado de intromisiones en ciertas horas de reunión familiar. Me parece que deberemos seguir la táctica de cuando ellos, eran jovencitos. Ser moderados, amables y sin lugar a dudas con autoridad, que entiendan que ni las tic, ni los blak se conviertan en enemigos; son objetos para otros lugares y usos.
Se me ocurre, utilizar la imaginación, que no podemos olvidarle y proponer cosas de toda la vida:hablar de cosas actuales y que les guste participar, que hay un mundo de la política de la que no pueden inmiscuirse, exposiciones de arte, conocer algún libro, incluso alguno puede leer en alto, juegos de mesa de toda la vida, de manos de magia, ver juntos y de acuerdo alguna competición deportiva o película deseada por todos. a lo mejor alguien quiere contar algo y se le anima.en fin, todo menos que nos invadan nuestros momentos a los que tenemos derecho. La calle , es la calle.
Después de la demolida y dañada guerra civil española, vivió España unas largas etapas de economía irreversible, pero todo el mundo que vivió esos momentos recuerdan con nostalgia las estupendas tardes de juegos, chistes y con merienda incluida. Además los padres e hijos estaban contentísimos sin tener objetos de diversión deslumbrantes. Poseíamos una bonita ventaja casi todos teníamos hermanos y además amigos.
No quiero innovar pero no puedo dejar de decir que la familia es la antorcha de la olimpiada «de la vida», hay que tratar de que la llama no se apague jamás con imaginación y buen humor.
Sara con tus ideas puedes cambiar el mundo a los que vienen detrás. OK PETER