Te quiero más y mejor que cuando éramos novios

Te quiero más y mejor que cuando éramos novios

quieroHabitualmente los matrimonios de largo recorrido, los que llevan más tiempo juntos de novios y casados que de single, su convivencia les mejora pero también les desgasta y es en esos momentos cuando puede surgir el reproche:

“ya no me quieres como cuando éramos novios”

Afortunadamente no es así como nos debemos querer después de tiempo en común. Ya que nuestro amor y nosotros como personas y como matrimonio hemos  crecido y madurado y nos vamos haciendo mejores a pesar de las crisis.

Gracias a un proyecto de vida en común se puede quererse más y mejor a pesar del esfuerzo q haya podido suponer a la pareja.

Cuando una pareja decide pedir ayuda y dejarse ayudar para solucionar sus pequeños o graves problemas de pareja, es cuando comienzan procesos de rehabilitación del vínculo matrimonial que se había debilitado o dañado. 

Este es el testimonio de una pareja que acudió a nuestro Gabinete con ganas de «salvar su matrimonio, sí o sí».  Y lo han conseguido como ocurre con el 85% de parejas que anualmente nos piden ayuda para «intentar que no se rompa su matrimonio«.  Con cariño, esfuerzo y ganas de querer “querer” y querer perdonar lo terminan consiguiendo.

 Una vez más gracias por confiar en nosotros.

Son las 9 de la mañana y estoy disfrutando de un café en la Plaza de Trocadero en París. Quiero memorizar este momento, los colores, los olores, tanta belleza, la Torre Eiffel majestuosa, delante de mí, sólo para mí. Carmen duerme en el Hotel. Han sido semanas de preparativos, y ahora los dos disfrutando de la «ciudad del amor».  Siguen llegando fotos, videos, WhatsApp de felicitaciones, agradecimientos, por compartir nuestra boda tan especial.


Nos casamos un mes de mayo. Enamorados, jóvenes, llenos de proyectos, mismos valores, ideales, pareja perfecta, enseguida llegaron los hijos, retos profesionales y dificultades conyugales como todos los matrimonios. No sabría decir en qué momento las discusiones empezaron a ser más agrias. Nuestras diferencias de carácter empezaban a ser un problema. No salíamos de un «enganchón» y ya estábamos inmersos en otro desencuentro peor, mas feo, mas doloroso, del que apenas llegábamos a remontar. Nuestro matrimonio enfermaba, haciendo metástasis poco a poco en todos nuestros «órganos vitales».


Tardamos bastante en pedir ayuda, francamente no tenía fe en este tipo de terapias. Han sido años de «quimioterapia conyugal» dolorosa y agónica. No quiero volver a pasar por ahí, me aferro a Carmen y nuestros hijos como el mayor bien que tengo y tendré, he aprendido a callar, esperar, evitar la discusión, perdonar y pedir perdón.


Hace un par de años, no éramos capaces de decidir juntos la compra de un televisor, y ahora estoy aquí, delante de la Torre Eiffel, gozando de este momento, memorizado para siempre.


Antes de ayer fue nuestro 20 aniversario y lo hemos celebrado volviéndonos a “casar” delante de nuestros hijos, familia y amigos, le dije a Carmen mientras intercambiábamos nuestras alianzas que la quería y ella a mí. Con certeza, hoy puedo decir que la quiero más que aquella tarde de Mayo hace 20 años joven e ilusionado.

Si necesitáis ayuda, hay que pedirla antes de que sea demasiado tarde.
Síguenos en Instagram: @GabineteSophya

Deja un comentario

× ¿Cómo puedo ayudarte?