Saber amar y convivir con los no elegidos en las familias

Saber amar y convivir con los no elegidos en las familias

Saber amar y convivir con los no elegidos en las familias

Saber amar y convivir con los no elegidos en las familias

Saber amar y llegar a tener una buena convivencia con los no elegidos de las familias, debiera ser para todos un gran ejercicio de tolerancia a la única persona que has elegido en tu familia es al otr@. Las personas que forman nuestras respectivas familias políticas, son personas con las  que probablemente no hayamos compartido «mesa y mantel» antes de formar parte de nuestro nuevo apellido familiar.

Las relaciones familiares políticas, te llegan sobrevenidas y sin capacidad para poder opinar.

Ni siquiera los hijos que puedan devenir de vuestra unión, son elegidos aunque algunos se crean  que si.

Los hijos nacen con una carga genética condicionada tanto por el uno como por el otro, pero su personalidad y su carácter ya no se forjará solo a expensas de ti, sino que su libre albedrío les permitirá también ser también unos NO elegidos de tu familia.

«No elijes a tus hijos y tus hijos no os elijen  y sin embargo los amas a pesar de las diferencias que tengas con ellos»

Esta reflexión nos debe hacer plantearnos la idea de que no somos propietarios de la vida de nadie y de que tampoco tenemos por que ser moneda de cambio que a todos guste dentro de tu familia. Las diferencias personales de unos y otros debieran ser parte del enriquecimiento natural de todas las familias. Este enriquecimiento, según como lo encaucemos,  puede ser motivo de orgullo o causa de distanciamiento en cada familia.

La capacidad de comprensión y tolerancia será directamente proporcional a la importancia que queramos dar a la  estabilidad y a la  unión que deseemos mantener entre todos los miembros de una misma familia.

Nadie nos debe pedir convivir como si estuviéramos «enamorados» de las personas que forman nuestras respectivas familias políticas. Pero, «sí queremos querer al otro cónyuge como unos verdaderos  enamorados» entonces debemos conseguir también «Querer querer a los NO elegidos por ser parte de tu cónyuge al que SI has elegido»

Hay demasiadas etiquetas de la relación con la suegra, el yerno y otros, que en muchas ocasiones pueden «marcar nuestras actuaciones» desde el principio y entonces  cuando estamos delante de  la suegra, la nuera, el yerno, la cuñada, el padrino, el hijo pequeño de tu hermano o la tía soltera, salen a la luz nuestros propios pre-juicios, quitándonos la libertad de: actuar en nuestra familia como somos y  de querer a los demás como son.

Examina el porqué de algunas cosas que pueden pasar o han pasado ya  en tu familia:
    • ¿Te es más difícil convivir con tu suegr@ que con tu jef@ o compañer@» de trabajo?
    • ¿Te es más difícil comprender a tu cuñado que al portero de tu casa?
    • ¿Te es más difícil apoyar a tu hij@ que a tu mejor amig@?
    • ¿Quizás, compartir el mismo apellido nos hace más intolerantes con los defectos de los demás?
    • ¿Quizás,  uno piensa que «el que paga manda» y que  como ahora estoy ayudando a mis hijos económicamente, tengo más derechos que ellos mismos sobre su libertad ?

Los confesores espirituales y orientadores a veces coincidimos en que gran parte de los problemas familiares parten de una mala ubicación de algunos de  nosotros en relación con el papel que nos correspondería  tener dentro de nuestra  familia.

 

«No por ser mayores, por tener mas dinero o ser mas expertos,  tenemos mas derecho a juzgar las actuaciones de los de tu familia»

Falta formación en nuestra educación- afectivo- familiar, cuando no somos capaces de: sobre-volar las diferencias en lugar de  sobre-valorarlas hasta llegar a hacer más grande el disgusto que el problema.

Esta mala actitud hace muy difícil poder sobrevivir a unas Navidades o vacaciones de verano sin que aparezcan desencuentros que en algunos casos se van a mantener ya de por vida.

Mucho se habla de la Guerra Civil Española o de la II Guerra Mundial, como si ya fuera algo externo y lejano a nuestras vidas y sin embargo hay algunas familias donde solo co-existen dos posiciones : Estas conmigo o estas contra mi. No caben más opciones.

Esta mentalidad frontista y pseudo-bélica es una mentalidad quizás adquirida sin haber reflexionado nunca sobre ella y sus consecuencias emocionales y afectivas.

Los enfrentamientos y diferencias familiares nunca son gratuitos, pasan factura y con IVA incluido.

Comments ( 3 )

  • Gerardo Herrero Illera

    A mi familia política la he elegido pues comparto con mi esposa sus vivencias y relaciones. No vivo en una familia aislada o nuclear y me debo a mi barrio, colegio, sociedad.
    ¿Pero que hago con un jefe que lleva 6 años arrinconándome?
    Sé que es una cruz, ¿pero que he hecho para merecer esto?
    ¡Qué bien cuando nuestro mundo es real…¡

    • SARA-Sophya

      Mejor es el acoso de tu jefe que el de tu suegra desde el punto de vista emocional. Piensa que tu jefe a lo mejor es un mandado del trato contigo o que el si que tiene una suegra NO ELEGIDA NI QUERIDA COMO LA TUYA, y tiene que desahogarse con alguien….
      En estos momentos no tener trabajo es una gran prueba, pero también en muchos trabajos es una gran prueba soportar la tensión del trabajo porque con esto de la crisis, «todo esta permitido por el bien de la empresa».
      Hay una gran deshumanización empresarial que provoca infelicidad y bajo rendimiento, con lo cual es fácil entrar en bucle: Si no soy feliz, no rindo, y si no rindo mi empresa va mal y me tratan mal con lo cual no soy feliz.
      Tomate como un reto de mejora personal, por buena cara a tu jefe a pesar de su actitud, a lo mejor y todo se termina dando cuenta de que el trabajo es un medio para ser feliz y no solo un medio para ganar dinero. Que tu no quieres ser en tu trabajo solo una maquina «tragaperras» sino una persona que dignifica su trabajo con valores humanos. Espero que te consuele por lo menos esta explicación.. Sara

  • Peter

    Mi comentario, de momento, va dirigido a Gerardo Illera. Mira, sin desánimo, se te ve que tienes madera estupenda, para asumir el trato lamentable y falta de imaginación de lo que tú llamas jefe. Su actitud es más bien consecuencia de la agresividad y falta de cariño que seguro padece, para hacer juego con la deshumanizada sociedad que compartimos y a ti te envidia por el corralito de tu familia que tú solito has hecho y mantienes como tu remanso, te ha salido bien el proyecto chico
    Lo mejor es que te puedas alejar cuanto antes de semejante cutre. ¡Animo!. Tu amiga . Sara

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