El matrimonio como tal, no figura en la lista de los Derechos Humanos. Tener éxito o ser feliz en tu matrimonio, tampoco forma parte de los Derechos Humanos. Nadie puede ni debe reclamarlo, exigirlo o conseguirlo como un beneficio a obtener legalmente solo por el simple hecho de haberse casado.
Si que es verdad, que el éxito del matrimonio compromete nuestra felicidad. La responsabilidad del éxito matrimonial solo puede y debe recaer sobre la pareja de casados. Lo que llamamos éxito humano en nuestra unión, no forma parte de ningún ordenamiento jurídico, sino que solo debe formar parte de los deberes personales y la responsabilidad de cada uno, sabiendo lo que de verdad supone formar un matrimonio en todo su conjunto.
Casarse no es un hecho aislado o una decisión más en nuestras vidas. Es una decisión vital y que nos compromete de por vida. Uno no decide casarse sólo cuando cree estar enamorado de alguien, que además te gusta y le quieres.
Sería una frivolidad «jugar a las familias» una o varias veces en la vida sin mas razones que el supuesto derecho a poder ser feliz al precio que sea.
No existe el derecho al matrimonio feliz y con garantías de éxito en un 100%, como si se tratase de la adquisición de un producto a veces necesario, a veces apetecible o incluso a veces muy deseado.
El verdadero éxito del matrimonio necesita que los dos» se dejen la piel» queriendo al otro. Cuando esto llega a ocurrir, uno ama para siempre, porque parte de la firme voluntad desde el principio de: «querer unirse al otro con sentido de eternidad, sin temorizar esta decisión aparentemente arriesgada y radical»
Cada matrimonio debe desde el principio, formar parte de un nuevo espacio vital de dos y para dos sin reservas.
Si hemos tomado esta opción maduramente, se produce el efecto multiplicador de que nuestra vida estará más plena, más colmada y obligatoriamente más libre al mismo tiempo.
«Cuanto más nos posicionamos desde la voluntad de unir, más se fortalece nuestra unión»
De la voluntad de unir a la voluntad de partir solo hay un paso que se llama: «falta de ilusión y admiración por el otro»
Muchas veces nuestro tipo de vida laboral, social y personal, no nos permite que se creen las condiciones oportunas para tener éxito en el matrimonio. Pensamos que no depende de nosotros, que al fin y al cabo nuestro matrimonio es el final de un camino donde tienes un sobre sorpresa con
El éxito reside mucho más que en la felicidad material, en la estabilidad y la permanencia del compromiso de amor para siempre en tu matrimonio.
- Cuando uno va al matrimonio a ver que le dan y no a darse, difícilmente será feliz, porque precisamente al amor matrimonial se basa en dar y en darse mutuamente y no solo en recibir.
- Cuando uno en el matrimonio sólo espera recibir y poder reclamar, es que hay otro que siempre esta dándose y /o perdonando gratuitamente sin llegar a recibir gratuitamente al otro.
Os recomiendo una película, EL ESTUDIANTE, estrenada hace unos años, que aunque el doblaje y algunas de sus expresiones pueden parecer para nosotros los europeos, «un poco cursi» nos muestra la belleza de la experiencia humana en nuestras relaciones personales cuando hay amor… Es una gran película sobre el amor humano y el amor matrimonial, orientada a pre-adolescentes, adolescentes y padres.
Algunos hemos tomado la decisión y el compromiso de que nuestro matrimonio sea de por vida.
Particularmente pienso que el mío es cada día un poco más firme en esta decisión, no solo basada en las emociones o sentimientos, sino en los 3 hijos que compartimos y en los problemas y dificultades que sobrellevamos.
Sé que lo que a ellos se les enseña en la sociedad no es ésto, pero espero que el ejemplo de sus padres sirva para algo y lucho para que estos valores se arraiguen socialmente, por el bien común y particular.
Para mi esposa y yo la familia y la autonomía de cada miembro son esenciales y las diferencias ¿enriquecedoras?. El darse a los demás, especialmente a los hijos (ya llegará el cuidado de los abuelos…), sin saber agotarse es algo que mi esposa y yo intentamos y¡¡¡ las diferencias son muchas¡¡¡Los niños son ahora nuestra prioridad, ella desde su ¿increencia? en la trascendencia y yo desde mi vida de católico.
Ruega a la Sagrada Familia que cuide de nosotros y de tu familia.
¡¡ Estoy completamente de acuerdo!!!!!! y añado más, pienso que el éxito reside en la comunicación. Hoy hay mala conexión en la pareja y en todas partes. Los malos entendidos comienzan por pequeños detalles y se terminan convirtiendo en detonantes de algo más grande, quizás.
Saber escuchar, conocer, respetar, aceptar al otro es fundamental para la vida matrimonial; si esto falla se quiebran los pilares de su sustento. ¿Siempre me pregunto por qué algunos se casan para divorciarse al año o así? no sería mejor no haberse quedado soltero. ¿Se conocían realmente? ¿ Se aceptaban? Esta es mi observación desde la distancia, cada pareja es un mundo…Se puede conquistar el éxito y volar alto. El cielo desconoce los límites.