El verano pinta líneas rojas a la comunicación en pareja
La comunicación en pareja tiene líneas rojas que hay que definir y cuidar de no traspasar desde el respeto, la tolerancia y el cariño porque con el roce intenso durante el verano corre serio peligro la armonía conyugal.
Esta forma anual de convivir las parejas más tiempo juntos durante el verano, el compartir aficiones o discusiones de forma más distendida y la atención a niños y adolescentes si los hubiera, crea “una perfecta tormenta de verano” de la que muchas parejas en otoño a duras penas consiguen salvar los muebles o su matrimonio se termina por lesionar después de que durante este tiempo haya estado descargando sobre los dos un torrencial de agua que termina por encharcar el baúl de la admiración y la ilusión entre ambos.
Desde Adán y Eva con la manzana, toda la humanidad desde sus orígenes hasta la actualidad, convivimos amándonos, equivocándonos y discutiendo y perdonándonos. para los hombres y mujeres no es malo discutir, lo malo es discutir mal y esto ocurre cuando en cada discusión uno quiere tener siempre la última palabra y además queriéndole ganar al otro por jaque mate o todo lo contrario por omisión que es cuando uno de los dos pasa olímpicamente del tema a discutir o de cambiar impresiones dando por respuesta un deliberado ninguneo hacia el otro.
Ninguno de los dos métodos, es saber discutir bien sino que son un intento de matar al otro de manera verbal y/o afectiva para así poder seguir teniendo yo la razón o que el otro termine dándomela
Me gustaría hacer un mapa de las 6 líneas rojas de la comunicación afectiva y poder tenerlas en cuenta siempre pero sobre todo durante el verano:
Si vuestra vida en pareja en gran parte está dedicada a mantener y seguir vuestras redes sociales personales: Facebook, Instagram, Twitter, Whatsapp y un sinfín de páginas web de contactos como una parte importante de vuestra vida social, tenéis creados dos mundos paralelos bajo un mismo techo.
Cada uno de los dos vive en su planeta de contactos virtuales, y donde la imagen que transmite a los amigos y seguidores y el número de likes que obtenéis con cada una de vuestras publicaciones son más parte de vuestra autoestima personal que de otras actividades de vuestra vida real.
Con el tiempo las parejas no tienen casi amigos personales comunes sino unos pocos amigos en común y muchos amigos virtuales. Cuantos más amigos o seguidores personales tengáis cada uno más so debéis a vuestra red y menos a su relación como pareja.
Para vosotros queda un tiempo tan mínimo disponible después de dedicarse a todo lo demás, que no queda espacio disponible de trato en común de carne y hueso
Cuanto más Celebrities seáis tu o tu pareja, puede ocurrir que cualquiera de los do,s según vayan vuestros resultados sociales en la red, podréis manifestar bruscos cambios emocionales porque tu ego te transforma en otra persona diferente (un fracasado o un triunfador, depende del día y los resultados en la red…)
Solución:
Si no queréis pasar la línea roja, convertiros en el mejor seguidor de tu pareja en tendencias, creencias y actitudes, o acabareis por alejaros cada uno del campo emocional y terminareis por retiraros los dos o uno de los dos del campo real solo al campo virtual.
Las pantallas de vuestro Ipad, TV o móvil se convierten en un campo de batalla donde elegir la plataforma de Streaming donde pongan «la serie favorita» de cada uno. Y sin embargo este tiempo del verano puede ser “tiempo de oro” porque es cuando más tiempo libre tenéis los dos para dedicaros más espacios comunes a compartir incluidas las series.
Cuando llevas todo el “tiempo de oro” del invierno haciendo tus propias elecciones tanto de tiempos como de temas de series, sin contar o compartir con el otro, entonces en verano compartir sin prisas ni estrés puede ser ese tiempo que ver una serie juntos os supone un “nos esperamos o me esperas… en el sofá o en la cama”, estas decisiones mal gestionadas pueden llegar a suponer bastantes fricciones hasta convertirse en una línea roja que se salta sin querer por falta de hábitos afectivos.
Debe haber un tiempo de bien común hasta para ver una serie pero sin que eso sea un problema de convivencia para los dos. Y para ello hay también que cuidar el saber respetar siempre los acuerdos comunes de ver una serie juntos, porque si uno de los dos no lo cumple, el otro puede interpretarlo como una traición.
Solución:
Tener un perfil para compartir series en común y un perfil privado para otro tipo de gustos individuales que no compartís con el otro. Ambos respetables y respetados por los dos.
Si no queréis traspasar la línea roja, priorizar el tiempo de ocio en común con un tiempo tanto de cantidad como de calidad simultaneamente.
En vuestra vida en común es muy frecuente que queráis también seguir manteniendo contactos o amigos de tu vida anterior como cuando eras single pero que al otro algunas de estas amistades anteriores pueden no gustarle, no comprender y quizás no querer o desear compartir contigo ya desde que sois pareja.
Realmente cualquiera de los dos podéis sentirlo como una amenaza o una competencia que puede minar vuestra mutua confianza y el amor en principio eterno y exclusivo. Mantener Tinder o similar es querer dejar la puerta entreabierta a otras personas…
Esta situación obviamente genera muchísimas celotipias que desgastan la armonía y queman las vacaciones y vuestro tiempo en común con frases como:
¿Y por qué sigues…? ¿Por qué estás todavía….? ¿Para que quieres saber algo de…?
Son preguntas bomba que terminan explotando con un ataque de celos que unas veces será infundado y otras no… pero celotipias innecesarias al fin.
Solución:
Como este tipo de celos el 80% de las veces tienen su origen en internet , tendríais que llegar ambos a acuerdos razonables como que si estamos juntos libremente y en exclusiva nuestros perfiles de contactos personales vamos a borrarlos o seleccionarlos entre ambos. Nuestros amigos que no son en común y alguno no os inspiran mutua confianza habrá que bloquearlos o eliminarlos en FCB o similares…por respeto al otro.
Si no queréis traspasar otra línea roja debéis estar juntos pero no revueltos y con acuerdos en común también sobre vuestra vida anterior.
Cada uno de vosotros habéis sido educados de formas diferentes en cuanto a como manejar y gastar el dinero. Aunque esto parezca algo superfluo no lo es ya que también el verano es un momento decisivo para ver como gastamos el dinero.
Cuando uno está casado en separación de bienes y no en gananciales, os enfrentáis a no ver claro lo que supone vivir en pareja: “Donde lo tuyo y lo mío es nuestro y todo es para compartir los dos”
Vivir un proyecto en común de pareja es importante saber identificar y tener presente el instinto de propiedad y de protección de los bienes comunes y no solo el de los los bienes individuales. Hoy en día estos dos instintos en cuanto a vuestra forma de elegir una casa, un transporte o una maleta, se pueden gestionar por el sistema clásico de gastos de consumo y desplazamiento a la antigua usanza o bien ligado a Apps con sistemas de alquiler y disfrute fuera de lo convencional que aunque puedan ser más económicos pueden no ser del gusto o las expectativas de vacaciones de los dos.
Solución:
Hoy en día la forma de organizar el tiempo de ocio y gastar el dinero en familia se ha convertido más en una diferencia ideológica que en una disponibilidad económica mayor o menor.
Cada uno puede llegar a estar tan posicionado en su actitud que solo os quedaría una auto-mediación a través del buen dialogo donde vuestro vínculo afectivo principalmente, el compromiso de amor y el respeto mutuo os haga encontrar soluciones intermedias en aquellas cosas que os separan.
“Ambos los dos debéis renunciar a algo importante para cada uno por el bien de ambos y para el bien común de los dos”
Dejando a un lado todas las alergias e intolerancias individuales donde no se puedes hacer nada por evitarlas; en condiciones nutricionales normalizadas podemos estar en una nueva línea roja que tenemos que neutralizar juntos, ya que elegir una determinada comida o restaurante puede llegar a ser “un campo de batalla” entre los dos cada vez que tengáis hambre.
En invierno lo habitual en las familias y en las parejas es que entre semana solo compartimos una comida a diario y como mucho un ligero desayuno, pero realmente podéis tener gustos o necesidades nutricionales no solo diferentes y no compartidas sino desconocidas por falta de encuentros a la hora de comer juntos.
Y cuando llega el verano sin embargo compartimos de manera habitual tres comidas al menos. Y aquí es donde saltan las chispas o bien al ir a comprar y llenar el carrito o bien al ir a comer fuerade casa y donde hasta es una aventura poder elegir y compartir unos entrantes.
Solución:
Si no quieres crear una línea roja de convivencia nutricional, debéis encontrar comida mixta con alimentos convertibles para los dos.
La negociación gastronómica puede ser la llave para no generar una barrera de comunicación a través de la comida.
“Aunar corazón y estómago, sin intentar cambiaros el uno al otro en este aspecto, debería ser el objetivo final de ambos dentro de vuestra nevera y encima de la mesa”
Si el sexo en verano me va a complicar la vida y no voy a poder dormir mi siesta tranquilamente sin que tenga que haber casi por obligación un peaje afectivo, o vamos a tener relaciones sexuales solo después de habernos bañado en alcohol, casi prefiero que volvamos a las rutinas del invierno.
La conciliación laboral y afectiva en invierno es complicada porque tanto el estrés como la incompatibilidad de horarios a los que nos someten en los trabajos, hace que los encuentros conyugales en la cama están muy limitados a los fines de semana o a momentos muy concretos y que como resultado no siempre son muy satisfactorios ya que el verdadero éxito de las relaciones conyugales en pareja es un asunto con tres componentes: actitud positiva, cantidad y calidad de tiempo en sintonía.
Cuando se está de vacaciones y sin horarios que nos compliquen o limiten nuestra vida sexual activa, resulta que lejos de ser un espacio de tranquilidad y relax, en muchos casos es cuando se hacen más evidentes ciertas diferencias de acoplamiento afectivo-sexual que hay entre los dos y que en invierno pueden pasar desapercibidas por falta de uso…
Solución:
Para no generar una línea roja que pueda romper nuestras vacaciones y no poder tener una vida sexual tranquila y relajante, debemos conocer cuales son primero las necesidades sexuales del otro sin forzar ni imponer nuestras necesidades o carencias al otro.
Seguro que de las 24 horas que tiene el día y de los 7 días de la semana podréis encontrar los mejores momentos para los dos que durante el invierno están ocupados en tu mesa de despacho y ahora están a libre disposición de los dos.
“La desconexión tecnológica y laboral por parte de los dos es muy importante para tener cabeza cuerpo y corazón donde tiene que estar y no otro lado y no darle a nuestros encuentros conyugales el auténtico valor de amor, placer y comunicación intima, que nadie puede tener por nosotros.”
Síguenos en nuestro canal de youtube: