En el Gabinete Sophya somos muy conscientes de que el factor “ paso del tiempo” va en contra de la mejor solución a un posible conflicto familiar o de pareja.
Una pareja o una familia, ante un conflicto son inevitablemente “arte y parte” de la solución. Y este es el gran motivo para que si queremos ahorrarnos tiempo y disgustos acudir a una tercera persona profesional de los conflictos que puede ver desde fuera todo el abanico de posibilidades, es la gran ventaja que te ofrecemos.
Nuestro objetivo ante un conflicto, es que una vez recabados todos los datos necesarios “Menos disgustos es más felicidad familiar” gracias a la ayuda de mediadores profesionales tales como Miguel Angel Recio, que forma parte de nuestro equipo y en el que confiamos plenamente tanto es su formación como en su experiencia.
Os invitamos a leer este artículo escrito por nuestro Mediador Miguel Angel Recio, ya que la mediación es la gran desconocida en muchos sectores de nuestra sociedad. No solo resuelve sino que también previene.
Sara Pérez-Tomé Román,
Fundadora Gabinete Sophya.
Los conflictos pueden solucionarse con la ayuda de un mediador profesional evitando así acudir a los tribunales de justicia
Cuando existe una situación de conflicto grave en la empresa, en el matrimonio o en la familia se producen consecuencias negativas emocionales, físicas y económicas. Aunque algunos conflictos pueden representar una oportunidad para el cambio, muchos de ellos generan sufrimientos indeseables. Por ello es conveniente encontrar pronto una salida.
La mediación en los conflictos interpersonales es un sistema adecuado para buscar soluciones a las controversias. La mediación consiste en la ayuda que aporta una persona preparada para crear un espacio de diálogo en el que explorar las diferencias con el fin de alcanzar un acuerdo.
¿Por qué acudir a la mediación en lugar de ir a los Tribunales?
En primer lugar, porque el mediador sabe tratar las emociones. Muchos conflictos tienen su origen en interpretaciones subjetivas de un mismo hecho. Los Tribunales analizan el problema desde la frialdad de la norma y no tienen en cuenta los lazos sentimentales que han unido o continúan uniendo a las personas. Los mediadores colaboran con las partes para que la razón y el corazón sean tenidos en cuenta.
Además, las soluciones que aplican los Tribunales producen fracturas en las dos partes de la controversia. La otra parte es considerada como contraria y el papel de cónyuge, familiar, colaborador o amigo queda destruido, tanto si se gana un pleito como si se pierde.
El mediador ayuda a evitar que eso suceda.
Por otro lado, la espera para alcanzar una sentencia firme es larga, el proceso es lento y costoso y la solución resultará desagradable para una o incluso para las dos partes. En cambio, la mediación es más corta en el tiempo, menos costosa económicamente y permite que las partes se impliquen en buscar una solución que, por conocer desde dentro el asunto, puede ser muy adecuada, facilitando así su ejecución.
Los conflictos más habituales que llegan a la mediación son los que surgen en algunas separaciones matrimoniales, herencias, desavenencias empresariales, controversias interpersonales en el ámbito laboral… Todos los implicados en ellos se merecen una oportunidad antes de que se produzca una definitiva ruptura que una sentencia judicial sólo vendría a confirmar.
Miguel Ángel Recio Crespo.
Mediador de conflictos.