La belleza de lo imperfecto. Enamorarse de los defectos del otro.
Encontrar la belleza de lo imperfecto en nuestra familia es parte de la armonía familiar. Enamorarse de lo imperfecto del otro es parte del buen trato conyugal.
En el modelo actual de sociedad, lo políticamente correcto es aspirar a la belleza de lo perfecto. Con frecuencia tendemos a quedarnos solo con lo perfecto, si esa es nuestra tendencia habitual podemos llegar a asfixiar o ahogar nuestra vida familiar-afectivo- emocional.
Pero si conseguimos salirnos del esquema de belleza implantado podremos ser capaces de encontrar la belleza también en lo imperfecto. Hay que conseguir buscar al otro no tanto por los caminos de la abundancia y en todo lo perfecto sino por los caminos de la escasez en los recursos del otro y también a través de la austeridad en las expectativas y atribuciones que le otorguemos al otro.
Pedir demasiada perfección a tu vida personal y familiar estresa demasiado a todos
Navegar entre los tuyos contando con sus imperfecciones como hoja de ruta, relaja muchísimo a todos y evita muchos disgustos innecesarios. Poner la imperfección al servicio de las relaciones personales y conyugales nos ayudará a vivir mas relajados porque ya no será la perfección tu único motivo para vivir.
El amor al otro no nos garantiza la perfección sino en muchos casos todo lo contrario, porque el amor al otro o a otros siempre nos debilita nuestros recursos emocionales y afectivos. A cambio, la debilidad de amar y sentirse amado puede hacernos mas receptivos de los defectos y las imperfecciones del otro. Conseguir llegar a tomarnos esta debilidad como una fortaleza para vivir en paz con los demás siempre puede ayudarnos:
«Ningún mortal es perfectamente perfecto, sino que lo que normalmente ocurre es que somos «perfectamente imperfectos»
La unión de dos perfectamente imperfectos nos obliga a construir desde otra plataforma de comunicación diferente de la del que vive con solo con su perro o con un mayordomo.
El matrimonio no se construye sobre la unión de dos perfecciones. Debemos tener muy claro que:
- Uno no se casa con el otro por sus virtudes, sino a pesar de sus defectos y limitaciones y/o posibles cambios en el tiempo.
- Uno no decide casarse con el otro con el único objetivo de alcanzar la felicidad a través de la perfección.
- Uno no se casa con el otro para encontrar la perfección en su matrimonio. Confort y comodidad no es sinónimo de perfección
Si la perfección la conviertes en un medio, ayudarás al otro a que mejore poco a poco gracias a tu ayuda.
Si la perfección la conviertes en un fin, entonces os amargareis la vida ambos y perderéis la paz.
- Lo exacto y lo perfecto que tu quieres, puede no coincidir con lo que el otro considera exacto y perfecto.
- Las percepciones de los hechos y de las personas que cada uno tiene en cuanto a la perfección, pueden ser muy diferentes a las distintas percepciones que pueda también tener el otro, ante los mismos hechos y las mismas personas.
- Las aspiraciones y determinados afanes de perfección que tu tengas pueden ser también muy diferentes a los que pueda tener el otro.
Posibles soluciones para poder encontrar la belleza de lo imperfecto en el otro:
- Conocer las verdaderas expectativas del otro y qué afinidad podéis sumar entre los dos.
- Evitar los enfrentamientos entre ambos producidos por las frustraciones de cada uno. A veces lo políticamente correcto nos produce frustraciones varias.
- Reconocer las imperfecciones propias de cada uno no tomándolas como una limitación, sino como parte de la realización de las habilidades del otro. «Adonde no llego yo, llegas tú»
Mis despistes, mi desorden, mi impuntualidad, etc se pueden neutralizar con el orden, la puntualidad y la previsión del otro. La tolerancia en las imperfecciones mutuas dentro del matrimonio se alcanzará si sabemos orientar las emociones, las pasiones y los afectos queriendo siempre mucho al otro y claramente mucho más que a los demás.
Tolerancia en el amor y desde el amor
Enamórate de las imperfecciones del otro y seréis los dos mucho mas felices, si cabe
Te invito a leer el post anterior Lo perfecto y lo previsto, generan soledad e intolerancia (I/II)
Sublimar la realidad a través del amor
Fernando Alonso-Barahona.
Es necesario, pues en caso contrario no existirá el amor verdadero.
Eugenio Gil-Villen
Cuánto agradezco esta ayuda, es casi como anillo al dedo de lo que estoy viviendo desde hace tiempo.
Espero que lo más díficil se realice, llevarlo a mi vida. Espero que El Espíritu Santo me ayude, sobretodo a mirar lo imperfecto con amor, no como acusación, ni como víctima, ni como desgracia.Sino como tu bien dices buscando completar y realizar mi tarea pendiente para sufragar la carencia existente sin apuntarlo para sacarlo como justificante.
muchas gracias, bendito sea el Señor
Cuanto agradezco esta ayuda. Me viene como anillo al dedo.
Rezad por mi y mi matrimonio que el Espiritu Santo me ayude a llevar esto a mi vida.
Sobretodo rechazando los pensamientos de desgracia, de culpabilizar al otro, de exigencia. Centrando la atención en construir lo que falta, reconstruir lo caído.
Muchas gracias, Bendito sea el Señor!
Es necesario saber reconocer los defectos propios y las limitaciones y conocer los del otro. Juntos se puede avanzar, puede ser una motivación más, querer mejorar, y siempre sin atosigar ni atosigarte, sin prisa pero sin pausa. Qué bonito y útil post!
Un abrazo,
Isabel.
Como dice Sara, no somos perfectos, no se puede exigir a otro que sea perfecto o perfecta. Lo semejante atrae lo semejante, de manera que cuando nos topamos con alguien similar podemos, tal vez, llegar a enamorarnos. Sin embargo, nada en esta vida es un camino de rosas, el matrimonio a veces se torna complicado, surgen problemas, diatribas entre padres e hijos, entre la pareja…Considero que lo fundamental y lo que uno debe tener claro en esta vida es que se puede y debe mejorar siempre.Considero que uno se une a otra persona para eso, para compartir la vida, amar y mejorar juntos. Si no, no tiene sentido el asunto.
Por todo ello la comunicación es la base de todo, debiera ser el pilar fundamental de la convivencia. Hablar, dejar hablar, saber escuchar, tener paciencia, reflexionar, tomarse un tiempo y por supuesto madurez para afrontar los retos que se plantean diariamente frente al otro u otra, para saber aprender que no siempre uno tiene «la razón», que puede haber otros puntos de vista que son igualmente válidos…y si no se logra, pues negociar para llegar a una entente, a un consenso entre todos.
Uno de mis profesores de psicología nos dio un consejo que dice: » para ser feliz, a veces hay que renunciar a tener la razón» y yo digo sí » para ser feliz y crecer plenamente, a veces hay que saber renunciar a tener toda la razón». Un abrazo.
Gracias Maite, que buen comentario el tuyo. Siempre podemos aprender mas.Un fuerte abrazo