Cuando la violencia intra-familiar entra poco a poco en tu casa

Cuando la violencia intra-familiar entra poco a poco en tu casa

Cuando la violencia intra-familiar entra poco a poco en tu casa

Cuando la violencia intra-familiar entra poco a poco en tu casaLa violencia intra-familiar abre la rendija que fragmenta el cariño y la confianza de unos para con otros. Cuando dejamos que  la violencia entre por una rendija de la puerta de nuestra casa, con cierta frecuencia podemos entrar en una mala dinámica de efectos impredecibles para toda la familia en su conjunto.

No debemos confundir disciplina familiar con violencia intra-familiar

Sentemos las bases que nos ayuden a identificar mejor los problemas de violencia intra-familiar que rompen con la armonía familiar.

La disciplina es siempre necesaria para mantener con cierto orden una familia y otra cosa muy distinta es querer mantener la disciplina a base de convertir el hogar en un cuartel sin «alma de hogar». La disciplina tampoco debe depender del número mas o menos grande de hijos que se tengan, sino mas bien de los objetivos que queremos alcanzar en nuestro proyecto de familia.

Los padres de familia y sus hijos, ambos, deben aprender a saber moverse sin violencia pero con autoridad y disciplina

«El prohibido prohibir» que derivó de mayo del 68, no ha dado en la siguiente generación muy buenos frutos. En las familias es necesario mantener la autoridad y un cierto grado de disciplina con argumentos sólidos y coherentes, ayudados siempre de una muy buena calidad de afectos en forma de cariño verdadero, que es lo que fomenta el buen trato intra- familiar.

Por eso, cuando alguien en su familia utiliza el autoritarismo o la violencia como forma habitual y/o crónica de convivencia, se  produce un desequilibrio emocional y afectivo muy importante, que afecta a todos y cada uno los miembros de esa familia.

Teniendo en cuenta además, que no es lo mismo que la violencia venga del padre o de la madre y/o entre ellos dos, que si proviene de un hijo hacia sus padres o de los hermanos entre si. Cuanto mayor sea el ascendiente dentro de la familia, de la persona autora de los hechos violentos, mayor es la escalada de violencia y el perjuicio que se produce en el resto de la familia.

En este post quisiera resaltar a todos los que me siguen, que debemos todos tomar conciencia de que el buen trato intrafamiliar depende principalmente de cada uno de  los progenitores y de su buena relación entre ellos.

Los hijos normalmente, y mejor es así, no tienen conciencia de todas las carencias y las causas primeras que llevan a sus padres a actuar con actos o gestos violentos y esto les puede llegar a producir inseguridad personal ante las posibles causas de los conflictos de sus padres entre si,  sintiéndose en algunos casos hasta culpables y responsables de algo.

Ante datos invisibles o la falta de datos para algunos, no podemos ni debemos hacer gestos y actos violentos visibles, para todos los que no tienen acceso toda la información que pudiera explicar que no justificar la causa primera que produce violencia intra- familiar.

      • Los padres somos los principales protagonistas tanto de promocionar como de matizar cualquier acto o gesto violento dentro de nuestra familia.
      • Aunque el acto lo haya producido uno de nuestros hijos, los padres somos una pieza fundamental de contención muy importante para toda la familia.
      • Un acto violento en familia nunca es gratuito ni inicuo, afecta para toda la comunidad de personas que lo forman, de ahí la importancia de saber decir NO a tiempo, a cualquier acto esporádico violento y así cerrar lo antes posible la rendija de la puerta por donde entró la violencia en nuestra casa.

Hay situaciones que esconden mas violencia de la que parece en un principio y que puede parecer que incluso pasan  desapercibidas, no hay que descuidarse pues la mayoría de ellas pueden dejar huella en alguien o alguienes de nuestra propia familia.

Padres e hijos digamos juntos NO, al inicio esporádico o sistemático de violencia intra-familiar y así evitar que quede abierta la rendija que fragmente el cariño y la confianza de unos para con otros.
Algunas pistas a modo de pequeños ejemplos cotidianos:
      • «Malas caras» o gestos que condicionan el ambiente y la respuesta de los demás ante situaciones que en proporción no se justifican con las consecuencias que se producen.
      • «Miradas que matan» y dejan inerte e indefenso a quienes las reciben.
      • Permitir el uso del alcohol de manera incontrolada y permanente con consecuencias negativas para la convivencia familiar pacífica.
      • Hacer al otro «luz de gas», es decir esconderle  cosas o cambiarlas de sitio  para que no las encuentre el que las busca y así ir minando la autoestima y la seguridad en uno mismo y hacia los demás.
      • Utilizar «formas destructivas de silencio» contra uno en concreto o varios, no contestando a preguntas, no dirigiéndole la palabra, no saludando o no despidiéndose cuando corresponde o es costumbre hacerlo, omitir datos para confundir deliberadamente al otro, no recordar deliberadamente lo que te han dicho o pedido.
      • Utilizar medicaciones o drogas como método para evadirse de responsabilidades familiares, o para culpabilizar  de tu mal estado a los que te rodean.
      • Dando responsabilidades desproporcionadas a otros, que no corresponden por su  edad o situación familiar. Sobre todo en miembros de la familia que están todavía por educarles en sus propias responsabilidades y/o utilizarles para solo  beneficio particular y no para el bien común de todos.
      • Utilizar «formas destructivas de lenguaje» que humillan y discriminan a quien van dirigidas tales como apodos, insultos, defectos personales o con el uso de frases descalificativas como: 
«Tu no vales para nada», «Solo vales para tener hijos» , «Nunca aciertas con lo que te pido y no me das» , «Te ayudare solo cuando me lo pidas bien» , «Te daré cuando yo quiera no cuando te lo mereces».

Estas frases pueden ser sujeto no solo del mundo de los adultos sino también del mundo de determinados adolescentes o de un hermano líder con respecto a  los otros mas pequeños o con menos carácter.

Los sentimientos y los afectos son básicos para nuestra vida de relación, por eso hay que educarlos bien con un autodominio basado en los valores de buen trato, cariño y buena educación.

Permitir por parte de los dos cónyuges, o por parte solo de uno de ellos, un aborto por un embarazo inesperado es otro acto de violencia intra-familiar que se vive casi siempre desde el ocultamiento y el pacto de silencio social.

Ante el gran numero de abortos provocados, esta situación es mas frecuentes de lo que parece y en algunas parejas es tal la huella que les marca tanto a él como a ella, que les deja a medio y largo plazo «tocados de alguna manera». Puede llegar a ser una alteración tan profunda en cada persona responsable, que merece un solo post para la próxima semana dedicado solo a la violencia intra-conyugal y las consecuencias personales y familiares  que se derivan  de un aborto en el seno de una familia  o en el transcurso de una convivencia en común.

Hay grados de violencia y eso puede ser en algunos casos una ventaja, pues podemos poner remedio o los medios necesarios a cualquier situación irregular antes de que pueda ser demasiado tarde. Aunque hay también que tener en cuenta que no todas las situaciones de violencia intra-familiar, son fácilmente arreglables sobre todo las que se producen en personas con carencias afectivas  importantes que les impide tener suficientes recursos para arreglar a tiempo la situación.

La violencia intra-familiar ya hemos visto que no solo abarca violencia con contenido de carácter sexual, hay otros muchos ingredientes que pueden estar influyendo en las agresiones familiares: conductas aprendidas en la infancia de quien recibió violencia de otra persona anteriormente, reacciones al alcohol, las drogas, una enfermedad y los efectos secundarios de su medicación, problemas laborales; problemas económicos, malas y enquistadas relaciones  en el trato con las familias políticas  y en muchos casos provocadas por  las herencias.

 

La violencia intra-familiar no se para, sino que crece en escala ascendente si no se ponen los medios necesarios y oportunos para cerrar esa rendija de la puerta de nuestra casa

Las mismas manos y brazos que acarician y abrazan pueden convertirse en una fuente de violencia intimidatoria y destructora. Todos podemos ser verdugos o también de sentirnos victimas. De hecho, en algunos casos, según nuestra respuesta a la situación violenta podemos transformarnos en la victima que se convierte en verdugo, para defenderse o poder supervivir por falta de apoyo o recursos propios.

Cuando los distintos grados de violencia penetran en el hogar de la mano de la madre, del padre o de ambos a la vez, se produce dentro de la familia  un efecto multiplicador de mas violencia entre el resto de los miembros de todos los miembros de la familia.

Si un padre y/o una madre ejercen violencia entre ellos o sobre los hijos, proyectan una tensión que produce de manera casi instantánea una reacción de defensa por parte  de todos los que conviven en la misma familia.

En estas condiciones, se hace imposible la mínima armonía familiar, que necesita el buen trato y  la buena comunicación, que ha de estar basada siempre en el diálogo razonado y razonable y no en la imposición dada sin mas.

 

Todo acto violento en las familias no se puede justificar, nada mas que con un puñado de sinrazones

Para entender mejor las consecuencias negativas de la violencia intra-familiar, os recomiendo que veáis o volváis a ver la película española «Solas»

Comments ( 6 )

  • Gaby

    En estos momentos, estaba viendo cómo reaccionaba la gente en el andén de la estación 11, a unos días de la tragedia que vuele a enlutar mis tierras. Hacía unas horas fue encontrado el cuerpo de Lucas, otra de las víctimas del accidente ferroviario. Volviendo a la violencia, la pregunta es por qué?, siempre hay algo que la enciende, no somos perfectos, entiendo después del dolo, el miedo, la angustia, somos tan frágiles, que supongo como defensa se actúa de esa forma. Si no quiero enojarme, es bueno saber qué cosas, lugares pueden desencadenar ó abrir esa rendija, aunque sea sólo en mí, lo mejor es alejarse, buscar ese espacio, sea físico ó temporal para encontrar algo de serenidad. Como se dice no confundir huída con retirada….. Gaby, Argentina

  • Maite Cantón

    La violencia lo único que engendra es más violencia. Leamos el libro del psiquiatra Luis Rojas Marcos,
    » las semillas de la violencia» en donde explica las causas y consecuencias, así como las diferentes formas de manifestación y los grados de esta piedra que lo único que puede generar es frustración y rencores. Dice así: «la violencia es la forma de manifestación, más inferior o primitiva de poder, porque solo se puede usar para castigar, para destruir, para hacer daño (…)».
    Es importante que la familia manifieste entre sus miembros una comunicación afectiva, con confianza, escucha activa y apoyo siempre. Una comunicación sistémica básica, que dote de significado realista al lenguaje es fundamental para una buena educación y marco de vida. Encontrar a seres que se entreguen a la escucha activa leal y amorosa es beneficioso para las oscuridades que a veces empañan la vida. Los malos momentos…A ser asertivo se aprende, a controlar las emociones se aprende poco a poco. Ser buenos padres y buenos hijos es un aprendizaje fruto de la educación de los valores y sobre todo de las buenas elecciones personales.
    En la inmadurez se generaliza más este concepto de violencia. Si no hay pilares sólidos que se enmarquen dentro de un cuadro educativo que amplie los valores personales, podemos chocar de frente con la parte opuesta de las pasiones positivas, nos estamparemos con el instinto de Tánatos, que en definitiva no es sino elegir el camino hacia la destrucción. No compensa.

  • Maria Jose

    Educar sin violencia… ¿Còmo frenarla?
    cuando vienes de hogares que te han disciplinado con alguna cantidad de violencia que en muchas ocasiones, cuando vuelves la vista atrás de la vida, piensas que tus padres se «pasaron un poquito», pero tienes en el subconsciente que probablemente era lo mejor, porque hoy no serías la persona que eres.
    Y hoy que tienes a tus hijos, piensas y reflexionas y dices «no educarè igual», pero cuando tus hijos hacen una berrincheta, empiezas con paciencia pero si siguen esas berrinchetas càes fàcilmente en esa disicplina un poco violenta, como pararla, ¿còmo frenarla sin caer en la flojerìa de padre de no corregir a tiempo?

    • SARA/SOPHYA

      Querida Maria Jose y familia:
      No debemos confundir disciplina en la educacion con violencia y agresividad en la familia.
      Son dos planos diferentes incompatibles y que a veces confundimos al hablar pero que no debemos confundir al actuar como padres.
      Nuestros padres no conocieron la educacion en positivo con valores sino la disciplina aplicada con violencia porque pensaban que nuestro cerebro debiamos adiestrarlo desde niños como el de los animales que usamos para uso domestico. Era falta de formacion no de amor.Tambien a ellos les educaron asi en un ambien hostil sin medios y con una vida muy dura donde se dependia de la dureza de la naturaleza para en muchos casos poder supervivir. Eso hacia a las personas valientes y con corajes pero muy malas comunicadoras de cariño. Pensaban que todo estaba justificado por el «bien de su familia». Esto ya no debe ser a si, entre otras cosas porque se ha visto que no funciona en la sociedad actual. Las familias se deben mover por la autoridad que les da el ser padres pero no por el poder que han obtebnido por tener hijos
      Esta es la ctitud que debeis tener: padre y madre sois corresponsables del desarrollo afectivo, y de la madurez emocional que se nos otorga durante un determinado tiempo» mientras vivimos». Y somos los «administradores y gestores» de su formacion en valores hasta mazximo los 16 años. Todo lo que no hayais hecho hasta esa edad habeis perdido el tiempo…
      Por eso es muy importante tener objetivos e ideas muy claras en el fondo con unas «formas llenas de cariño dialogo y empatia». Si no ejerceis de padres con disciplina rigor y amor DEJAREIS HUERFANOS A VUESTROS HIJOS AUNQUE CREAIS QUE ESTAIS DANDO LA VIDA POR ELLOS EN OTRAS COSAS…
      UN ABRAZO. SARA-SOPHYA

  • rosa

    Hola Sara:
    Tenemos 3 hijos de 8,7 y 2 años, como padres queremos educar a nuestros hijos en valores en lo que estamos de acuerdo tanto mi marido y yo,pero es en este intento donde veo la distancia ,incuso acudimos a charlas de educación juntos, pero después en casa las cosas no funcionan…yo reconozco que he sido mas permisiva con mis hijos a veces por cansancio, por ejemplo al venir del trabajo y otras veces por amortiguar las formas que he visto q ue usaba mi marido, gesto muy airados,voces,recriminaciones que a veces me han parecido desproporciondos para le edad y sensibilidad de los ninos
    Ahora mi marido necesita tratamiento corticoideo por enfermedad y lo cierto es que lo veo por decirlo de alguna mas violento,le levanta mucho la voz a los niños, con mal humor ,mas impaciente ,aunque ayude en casa el ambiente es de mucha tensión, lo paso mal por los niños, a veces ni me he callado delante de ellos para intentar cortar la situación, en fin que me falta a mi también paciencia , con lo que la relación se esta resintiendo entre los 2, lo he comentado con alguna amiga y me dice q tengo q entender q mi marido esta ahora enfermo, q demasiado bien lo lleva, que tenga paciencia.Mi duda es hasta donde debo decir basta cuando hay gestos violentos y frecuentes en casa como esta sucediendo ahora, cuando se repiten me pongo nerviosa’, no se si intervenir, si irme a mi habitación..estoy agotada ,y lo peor es que a el l o veo de otramanera me siento defraudada.me gustaría tu opinión y un poco de luz a esta situacion.gracias

    • Sara/Sophya

      Querida Rosa, soy enemiga de ayudar en cuestiones muy personales y familiares por la red. Pero siempre puedo ayudar partiendo de resoluciones básicas que puedan ser llegar a ser de interés general para otras personas en situaciones similares.
      -Tu marido está enfermo y con medicación. ¿Tu marido ha asumido su enfermedad y tratamiento? ¿Esplenamente consciente de su nueva situación?
      -Tu ya has pedido ayuda. ¿Tu marido ha pedido ayuda complementaria a su nueva situación? porque a lo mejor necesita ayuda psicológica. Hay enfermedades o consecuencias de algunas medicaciones que necesitan también apoyos especializados de psicólogos, psiquiatras…
      Por otro lado ambos los dos debéis ser conscientes de que también es muy importante cuidar al cuidador que en este caso eres tu Rosa.
      Necesitas herramientas psicológicas para seguir atendiendo a tu marido pero también al resto de la familia ante los nuevos comportamientos en el hogar.
      Tolerancia Cero a la violencia en familia es innegociable pero hay muchas formas de manifestar la tolerancia cero.
      tu podrás ayudarle si reconoce que necesita ayudar, saber recibir la ayuda y saber reconocer que tu no debes ser parte de su problema sino parte de su solución. Que te quiera y te respete cuando no le permitas conductas violentas contigo o con tus hijos.
      Tienes que conseguir que con ayuda externa o dialogando con el en momentos de calma se conciencie de que la violencia no solo mata a las personas sino también sus ilusiones y esperanzas y están en juego el futuro de la felicidad de tu vida y la de tus 3 hijos.
      Ten cuidado en creer que tu sola puedes, porque la violencia externa y extrema te debilita como persona de tal manera que puedes terminar por quedarte sin recursos suficientes para atender a tu marido tus hijos y tu hogar a base de soportar una tensión innecesaria y enferma.
      Si hablas con el apela a los sentimientos de toda la familia para intentar que no se destruya por culpa de alteraciones que se pueden controlar si se cuidan las causas y los daños colaterales.
      Mejor acompañados que solos, y hay veces que la ayuda es necesaria inevitablemente mientras existan las mismas circunstancias
      A tu disposición. Sara-Sophya

Deja un comentario

× ¿Cómo puedo ayudarte?