Concurrencia del TDAH y la alta sensibilidad

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Concurrencia del TDAH y la alta sensibilidad

post tdahEs un placer presentar el artículo de Esteban Noguer, «Concurrencia del TDAH y la Alta Sensibilidad: Un Análisis Extensivo», una lectura imprescindible para quienes buscan comprender en dos perfiles de personalidad que, aunque diferentes en su esencia, comparten puntos de encuentro que pueden generar confusión en su diagnostico.

Esteban Noguer aborda con rigor y claridad los matices que distinguen y entrelazan el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la alta sensibilidad (AS). Desde la sobreestimulación compartida hasta las marcadas diferencias en la conciencia emocional y la capacidad de concentración, este artículo traza un mapa exhaustivo que nos ilumina para entender mejor cómo estas características pueden coexistir y no ser incompatibles en una misma persona.

El post no solo esclarece conceptos clave, sino que también ofrece herramientas prácticas para la gestión de ambas condiciones, subrayando la importancia del autoconocimiento, la regulación emocional y, en algunos casos, la intervención terapéutica específica.

Os invitamos a todos nuestros lectores a sumergirse en este análisis detallado, una contribución valiosa para profesionales, familias y cualquier persona interesada en profundizar en las complejidades del TDAH y la alta sensibilidad.

Todo un reto que merece la pena compartir con vosotros.


CONCURRENCIA DEL TDA-H Y LA ALTA SENSIBILIDAD

La Concurrencia del TDAH y la Alta Sensibilidad: Un Análisis Extensivo

Este artículo busca proporcionar una visión detallada y fundamentada sobre cómo estas dos condiciones, aunque comparten ciertas similitudes, requieren un entendimiento y abordaje específicos para un manejo efectivo y una mejor calidad de vida de los individuos afectados.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la alta sensibilidad (AS) son dos condiciones que, aunque diferentes en su naturaleza y manifestaciones, presentan similitudes que pueden llevar a confusiones diagnósticas. Este artículo revisa las similitudes y diferencias entre ambas condiciones, apoyándose en estudios recientes y literatura especializada, para proporcionar una visión comprensiva que ayude a una mejor comprensión y manejo de estas condiciones.

El TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta a la atención, el control de impulsos y la actividad motora. Las personas altamente sensibles (PAS), definidas por Elaine Aron, son individuos con un rasgo de personalidad que implica una mayor sensibilidad a los estímulos y una profunda capacidad de procesamiento. La coexistencia de características de TDAH y AS puede complicar el diagnóstico y el tratamiento, lo que hace crucial un entendimiento claro de ambos

Similitudes entre TDAH y Alta Sensibilidad

1. Sobreestimulación:

Ambas condiciones comparten la experiencia de sobreestimulación. Según Garriga (2024), «la clave de las similitudes que encontramos entre el TDAH y la Alta Sensibilidad está en la sobreestimulación. Las personas altamente sensibles, por la gran cantidad de estímulos que perciben a la vez y la gran capacidad de análisis de estos, se llevan a la sobreestimulación«. Esta sobreestimulación puede derivar en conductas similares como la falta de concentración, impulsividad, y dificultades en la toma de decisiones.

 

2. Sensibilidad Emocional y Reactividad:

Las PAS y las personas con TDAH pueden mostrar una reactividad emocional intensa. Las PAS son muy conscientes de sus propias emociones y las de los demás, lo que puede llevar a respuestas emocionales profundas. Las personas con TDAH también pueden mostrar una reactividad emocional intensa, pero a menudo tienen dificultades para identificar y gestionar estas emociones. Según el mismo autor, «un niño con TDAH suele mostrar dificultades en la identificación de las emociones, propias y ajenas, y pueden tener explosiones de rabia e ira sin saber muy bien el porqué».

Diferencias Claves

1. Conciencia Emocional y Procesamiento:

Las PAS suelen tener una alta conciencia emocional y capacidad para identificar y comprender emociones. Garriga (2024) menciona que, «aunque sienten con gran intensidad, hay mucha conciencia emocional y son capaces de captar los estados emocionales de otras personas incluso sin conocer los motivos». En cambio, las personas con TDAH presentan una disfunción en la corteza prefrontal, lo que implica dificultades en la planificación, autocontrol, atención, concentración y memoria operativa.

2. Capacidad de Concentración y Perseverancia:

Las PAS pueden concentrarse profundamente en tareas que les interesan debido a su procesamiento detallado y analítico. «Los niños altamente sensibles, por su manera de procesar la información de forma detallada y analítica, acostumbran a ser muy perseverantes cuando algo les interesa mucho» (Garriga, 2024).

En contraste, las personas con TDAH, aunque interesadas en una tarea, pueden distraerse fácilmente y tener dificultades para mantener su atención y concentración.

Base Neurobiológica
Los estudios han mostrado diferencias neurobiológicas significativas entre ambas condiciones. Chen et al. (2011) exploran cómo los genes relacionados con la dopamina y factores ambientales contribuyen a una personalidad altamente sensible. «Este estudio sugiere una base neurobiológica para la alta sensibilidad que podría compartir algunos mecanismos con el TDAH» (Instituto PAS). La investigación indica que las PAS pueden tener una predisposición genética a procesar los estímulos de manera más intensa y detallada.

 

Estrategias de Gestión

1. Para PAS:

Es crucial el autoconocimiento y la gestión de emociones. Las PAS deben aprender a establecer límites y asegurarse de tener tiempo para el descanso y la recuperación. Ted Zeff (2018) en «La guía para las Personas Altamente Sensibles» sugiere herramientas prácticas para la gestión del rasgo PAS, basándose en los estudios de la Dra. E. Aron para describir el día a día de las PAS

 

2. Para Personas con TDAH:

Las personas con TDAH pueden beneficiarse de estrategias específicas para manejar la inatención y la hiperactividad, como terapias conductuales y, en algunos casos, medicación. Garriga (2024) menciona que «el cerebro del TDAH tiene una disfunción en la corteza prefrontal, lo que implica que el niño desarrolle dificultades de planificación, autocontrol, atención, concentración y memoria operativa».

 

Conclusión

Aunque el TDAH y la alta sensibilidad comparten algunas características, como la sobreestimulación y la reactividad emocional, son condiciones distintas que requieren enfoques diferenciados en el diagnóstico y el tratamiento. La comprensión de estas diferencias es crucial para proporcionar un apoyo adecuado a las personas afectadas y mejorar su calidad de vida.

 

Esteban Noguer

Neuropsicólogo clínico

Experto en PAS

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