Mi  hija se casa con 22 años

Mi  hija se casa con 22 años

Mi  hija se casa con 22 añosEsta semana  mi hija se casa con 22 años y él con 24 años. Con los tiempos que corren y las nuevas costumbres sociales, sólo decir sus edades, causa escándalo entre muchos.

Cuando el matrimonio no es solamente un acto social y /o religioso,

¿Qué es lo verdaderamente necesario e importante, la edad o la capacidad de compromiso personal?

Si el matrimonio es para los que se casan, sólo un acto social y/o religioso efectivamente la edad puede ser -ahora que no antes- una decisión «políticamente incorrecta».

Si buscas en el matrimonio no sólo la felicidad de dos que se auto-eligen libremente,  sino también la capacidad personal de desarrollar un proyecto de compromiso personal con el otro y para siempre, entonces la edad puede no ser tan determinante, ya que depende de la madurez de cada uno a la hora de asumir compromisos (todos conocemos a personas de cuarenta años incapaces de asumir sus responsabilidades en muchos aspectos básicos de la vida).

 

«No hay matrimonio civil ni religioso válido sino existe también un compromiso personal»

Casarse supone un acto moral de gran relevancia para la naturaleza humana.

Si lo importante es el compromiso mutuo, entonces los papeles pasan a ocupar un muy pero muy segundo plano; ya que  la contraprestación de servicios mínimos que comporta el contrato legal,  siempre y mientras uno de los dos quiera,  hace muy  efímera y frágil cualquier unión, aunque haya amor entre los contrayentes.

Cuando entiendes y sopesas lo que es un compromiso, el tema es serio y hay que «currarse» de manera responsable la decisión.

Si ya estáis casados, tenéis hijos en edad de casarse, tenéis novio o conocéis alguna pareja que se quiera casar con el deseo de crear una familia fuerte desde el principio y para siempre, no dejéis de  visitar el siguiente enlace a un blog que os ayudará a tomar la decisión a través de la reflexión de  190 preguntas acerca de tu futuro compromiso.

La decisión es para toda la vida, de hecho estas preguntas también se pueden repasar una vez casado y así revisar las  rutinas, aciertos y errores que hayas tenido en tu actual matrimonio y que puedan ser la causa primera de sentimientos que con los años  parecen invencibles en la vida conyugal. «190 preguntas prematrimoniales«, Escuela para padres.

Comments ( 10 )

  • Teresa

    Pues si con 22 y 24 años han llegado a ese grado de madurez, hay que decir mucho de los papás que les han educado. ¡¡Enhorabuena!! Y que sea para toda la vida.

  • Constança Xavier-Motato

    ¡¡Que sea enhorabuena!! Mis mejores deseos para los novios y sus respectivas familias. Por la parte que me toca (que es la de la novia), enhorabuena Sara y Carlos por esta alegría de ver casar a vuestra hija, consecuencia de una decisión comprometida y responsable de entrega, aprendida, seguro en buena medida, de lo que ha visto en sus padres.
    Un abrazo y que salga todo como esperáis.

  • D.F.

    Muchas parejas van al Matrimonio pensando que van a la montaña rusa. Lo normal y más frecuente es que al principio la sensación sea así de placentera, mas no tiene por qué ser así de manera indefinida. Es entonces cuando se demuestra quien vale, y quien no.
    Un amigo mío me contó que cuando ya llevaba unos meses de novio, le hizo a su padre una exposición de las virtudes de la novia. Según me contó, al parecer su padre le escuchó con expresión preocupada, y al finalizar mantuvieron un diálogo que, más o menos, podría transcribirse así:
    – Todo eso no vale de nada
    – De… ¿NADA?
    – Si, de nada.
    – ¿Por qué?
    – Pues mira: Porque lo que verdaderamente importa, es que tu novia tenga CAPACIDAD DE SACRIFICIO
    – Hombre, eso ya se le supone.
    – Pues no supongas tanto. En los momentos difíciles hace falta algo más que dinero para salir adelante y, si tu Novia tiene capacidad de sacrificio, aguantareis las adversidades, que vendrán. Si tú no tienes capacidad de sacrificio, fracasarás en tu Matrimonio. Y si ambos tenéis capacidad de sacrificio, aguantareis lo que os echen.
    D.F.

  • Jose Maria Pascual del Rio

    Mi mujer y yo nos casamos ella con 19 y yo con 23. Tenemos 7 hijos y estamos esperando el nieto nº 26…Es maravilloso casarse joven si hay amor verdadero, Sacramento y mutuo acuerdo — para sacrificarse mutuamente cuando haya problemas —
    Por otro lado se educan integralmente a los hijos mejor de joven …y …. los tenemos mas tiempo para quererlos.
    Conozco muchísimos matrimonios como el nuestro que son tan o más felices que el mío.
    Animo y a casarse joven aunque no esté de moda.

  • gema

    Felicidades Sara, tu familia aumenta con el matrimonio de tu hija. Que Dios les bendiga

  • MFG

    Me casé a los 23, él tenía 29. Tuvimos 3 hijos maravillosos, nuestra vida aparentemente era perfecta, pero después de 11 años nos separamos. Maduros o no, sacrificados o no, comprometidos o no, cuánto habríamos ganado si los dos hubieramos fijado la mirada en el Cielo y con la decisión mutua de crecer juntos, tener presente cada día al Señor, cultivar nuestra Fe y alimentar el Amor que El Señor nos regala cada día!! Enhorabuena a todos!

  • E.L.Leganés

    Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas, lo indispensable es “el compromiso personal”. En ocasiones les he contado a mis hijos que cuando yo era un chaval, veía “firmar” a mi abuelo negocios con un apretón de manos, no hacían falta papeles ni contratos porque las personas comprometían su dignidad y prestigio personal, basado en valores como la honestidad y la honradez. Recuerdo como en mi inocencia le preguntaba que ocurría si alguien le engañaba y no cumplía con lo pactado, el me respondía con extrañeza, “pues que va a pasar hijo, que nadie honrado va a querer hacer negocios con ese señor”. Hoy en día eso es historia. A los que seguimos pensando que los valores están por encima del dinero y de lo meramente material, nos califican de anticuados o “raros” en el mejor de los casos, pero al final, solo esos valores son los que perduran, y los que hacen posible que también lo hagan las “cosas” y las personas que se sustentan en ellos. Creo que el problema real de nuestra sociedad es esta falta de valores, por eso hoy nada dura mucho tiempo, ni las empresas, ni los matrimonios, … hay demasiada gente “normal” y pocos “raros”, aunque cuando me decía esas cosas mi abuelo era al revés. Me pregunto, si lo que ahora llaman avances y mayor libertad, no será todo lo contrario. E.M. Leganés

  • J.X. y L.M.

    RECORDAMOS NUESTRO MATRIMONIO,HACE 52 AÑOS. NOS CASAMOS CON 21. SEGUIMOS DANDO GRACIAS A DIOS POR ELLO .
    CASARSE JOVEN,TIENE LA GRAN VENTAJA DE IR CONOCIENDO Y APRENDIENDO A VIVIR JUNTOS, CON LA ALEGRIA DE QUERER HACER FELIZ AL OTRO.
    DEFENDEMOS LA VIRGINIDAD DE LOS JOVENES. ES MARAVILLOSO ENTREGARSE AL OTRO PARA SIEMPRE.
    J.X. y L.M.

  • Peter

    Casarse, jóvenes ó no tanto, no es suficiente argumento para llevar a buen término la felicidad de un matrimonio,. Puede presentarse, tan feliz como se había pensado, puede que no.
    Entonces tiene que entrar en juego, la fidelidad del compromiso, “del para siempre” adquirido con el vínculo. Para lo cual es indispensable la capacidad de sacrificio. Con el tiempo esa lucha es gozosa y positiva consigue, unas fuertes raíces y como consecuencia la felicidad llega con la madurez del esfuerzo y no siempre con los años que tengan ambos al iniciar la aventura del matrimonio.
    Sentirse protagonista de la propia felicidad y de la del otro, es estupendo y enriquecedor.

  • Pingback:Padres y abuelos al mismo tiempo - Sophya

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